“¡Mírame, abuela!” gritó Cody, de 4 años, mientras subía la escalera del tobogán en el parque. “¡Te veo!” gritó la abuela mientras se volvía hacia su hija para decirle: “¿Debería realmente estar allí arriba solo? ¿Qué pasa si se suelta y se cae? ¡Ni siquiera se da cuenta de lo alto que está porque no puede mirar hacia abajo!” Era una batalla constante para la madre de Cody. Ella y su marido estaban tratando de dejarlo hacer las mismas cosas que los otros niños de 4 años, aunque fuera ciego de nacimiento. Al mismo tiempo, casi todos los demás lo trataban como a un muñeco de porcelana, preocupados de que no se lastimara. Una vez más, se encontró defendiendo ante su madre la forma en que estaba tratando de criarlo.

Puedes encontrar que los paseos comunes de la familia resultan estresantes cuando los que la componen y las personas ajenas por igual parecen necesitar que los tranquilicen permanentemente y que se les dé información sobre la discapacidad visual de tu hijo. Algunos días tal vez pienses que sería más fácil quedarse juntos en casa y ver un video o jugar en el patio. Aunque tu familia necesita compartir cierto tiempo en el hogar, es igualmente importante que hagan también cosas juntos afuera, en la comunidad. Necesitas salir y a tu hijo que es discapacitado visual le hace falta tener diversas clases de experiencias. Trata de tener preparadas algunas respuestas concisas y afables que satisfagan las preocupaciones y la curiosidad de amigos o espectadores, por ejemplo: “Sí, Cody no puede ver bien, pero tiene práctica en el tobogán sin caerse y ahora lo puede hacer solo”. Quizás necesites hablar con otros padres para ver cómo manejan situaciones similares.


Padre e hija en un trineo

Una excursión familiar para jugar en la nieve es divertida para todos. Padre e hija disfrutan bajando rápidamente la colina juntos.


Las actividades de la familia se pueden planificar, como una tarde de Cody en el parque o una visita al zoológico, o pueden ser espontáneas—caminar por el barrio después de la cena. (¡No te olvides de hacer que te quede algo de tiempo para pasarlo a solas con tu esposo y otros miembros de la familia también!) Cuando pienses en hacer participar a tu hijo de edad preescolar, con discapacidad visual, en las actividades de la familia, ten en cuenta:

  • Si él se resiste a probar algo nuevo (como por ejemplo, a usar por primera vez un juego de los que hay en el parque o entrar en un local con poca iluminación en el centro comercial), no lo presiones. Puede ser necesario que intentes la misma actividad en diferentes momentos antes de que se sienta lo suficientemente cómodo como para participar.
  • Relaciona las nuevas experiencias con cosas que tu hijo haya hecho antes. Cody, el niño de la ilustración precedente, tenía mucha experiencia en el tobogán. Por eso, cuando sus padres lo llevaron a un parque acuático por primera vez, el papá le explicó cómo era el tobogán de agua al que iban a ir. Le describió en qué se parecía y en qué era distinto del que había en el parque y con el que estaba familiarizado.
  • Sé realista acerca de lo que esperas de tu hijo. La mayoría de los chicos de 4 años no se quedan quietos en un restaurante, entonces, ¿por qué el tuyo debería portarse bien? Si no estás segura de qué puedes esperar de tu niño a esta edad, habla con otros padres que tengan hijos preescolares para averiguar lo que es normal. Debes tener grandes expectativas con respecto a él, porque entonces, va a tratar de estar a esa altura y durante toda la vida va a tener el sentimiento de ser competente, pero también es necesario que seas realista acerca de lo que pides.
  • Si tienes inquietudes acerca de los intereses de tu hijo o de su capacidad para tomar parte en una actividad en la que el resto de la familia está participando, prepara un plan de respaldo. Si le gusta la música, lleva el reproductor de MP3 al recital de danza de tu sobrina, por si acaso hiciera falta. De este modo, tu niño podrá escuchar música por los auriculares mientras los demás miembros de la familia ven el recital. Sin embargo, procura que las alternativas de este tipo no se conviertan en un hábito. Es necesario que si fuera posible, lo estimules a participar con los demás.
  • Si están haciendo algo nuevo, como ir a una feria de atracciones o practicar tee-ball por primera vez, ten en cuenta que lo más probable es que tu niño preescolar necesite alguna preparación práctica. Debes estar dispuesta a usar la técnica de mano bajo mano o mano sobre mano.

Trata de mantener en perspectiva las actividades de la familia. Aunque puedas necesitar alguna preparación extra para las excursiones con tu hijo que es discapacitado visual, recuerda que el tiempo que uno pasa con niños preescolares raramente es miel sobre hojuelas. Lo que es importante es estar ratos juntos, como familia, mientras le das a tu niño la oportunidad de explorar el mundo exterior a la casa.