Si tu hijo tiene discapacidad visual, usa las manos para obtener información que en general, los niños que ven adquieren con la vista. Puede ser difícil para los niños con deficiencia visual captar totalmente los detalles de un objeto a menos que lo toquen. Los sentidos del tacto, oído y olfato son fuentes importantes de información para tu hijo. Para ayudarlo a aprender acerca del mundo y de las cosas que hay en él, trata de involucrar todos sus sentidos al jugar, explicarle algo, o pasar algún tiempo juntos en la vida cotidiana. Algunos ejemplos de actividades en las cuales tu niño se beneficiará si usa las manos para aprender incluyen una cuchara para medir o para sacar polvo de hornear al hacer galletitas, abrochar un botón en su ojal cuando se viste o colocar en posición un par de tijeras para cortar siguiendo una línea. Cuando necesitas mostrarle cómo hacer tareas de este tipo, puedes usar una de dos técnicas: mano bajo mano o mano sobre mano.

Cualquiera sea la que utilices, trabaja desde atrás de tu hijo, de modo que tus manos y las de él se muevan en la misma dirección. Si es pequeño, puedes sentarlo sobre tus rodillas. Cuando sea mayor, siéntate detrás o cerca y pasa tus brazos alrededor de su cuerpo.

Antes de mostrarle cómo hacer algo con cualquiera de los dos métodos, prueba tú misma con los ojos cerrados. Presta atención a los pasos que das para realizar la actividad. Trata de elegir cosas que señalarle a tu hijo, como el hecho de que los ojales están cerca del borde de la blusa o camisa.

La mayoría de los niños necesita múltiples demostraciones de una tarea nueva para aprenderla. Como es posible que tu hijo no pueda ver claramente o en absoluto a otra persona que la realiza, la única demostración que va a recibir es la que perciba empleando mano bajo mano o mano sobre mano. Ten paciencia y dale muchas oportunidades de practicar cada nueva destreza por medio de alguna de las dos técnicas.

Algunos niños se resisten a probar nuevas actividades. Quizás quiten sus manos y no quieran tocar. Procura respetar el mensaje que te está dando si hace eso. Sin embargo, si nunca se lo estimula a probar cosas nuevas, no va a ampliar su comprensión e interés por el mundo que lo rodea. Otra opción es hablar con el equipo de intervención temprana de tu hijo, si lo tiene, acerca de las estrategias que pueden ser mejores para hacer que tu niño intente actividades nuevas. Quizás tengas que estimularlo muy cariñosa pero firmemente, a experimentar nuevas tareas por medio de la guía mano bajo mano o mano sobre mano.

Mano bajo mano

Cuando usas esta técnica, tus manos hacen la acción mientras las de tu hijo están apoyadas encima de las tuyas -de esta manera, puede percibir lo que hacen las tuyas. Si la actividad es nueva para él, y vacila en intentarlo, puede sentirse más seguro si toca tus manos en lugar del objeto o actividad desconocidos. También, como sus palmas están sobre tus manos, podrá concentrar su energía en sentir los movimientos que haces. Puede, igualmente, sentirse más cómodo y en control porque tiene la libertad de quitar sus manos si quiere. Mientras realizas la actividad, describe oralmente lo qué estás haciendo.

Mano sobre mano

Cuando aplicas esta técnica para ayudar a tu hijo a hacer una actividad, colocas tus manos sobre las suyas. Es él el que toca los materiales y tus manos guían las de él al manipularlos para completar la tarea. Cuando veas que es capaz de hacer pequeñas partes, puedes disminuir la ayuda que le proporcionas bien retirando las manos o moviéndolas hasta su muñeca o brazo -de ese modo, estás preparada para volver y prestarle el apoyo que pueda necesitar.