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Cuando tu hijo abandona la primera infancia, su mundo y sus actividades se amplían. Ahora que puede empezar a comer cosas ligeras con otros niños en el centro preescolar o salir contigo a almorzar o cenar en un restaurante, necesita saber no sólo cómo comer solo, sino también cómo hacerlo con pulcritud, usando los utensilios comunes. Es también un buen momento para introducirlo en formas simples de preparar los alimentos, de modo que empiece a entender cómo se elaboran y llegan a la mesa.

El uso de una bandeja gris proporciona alto contraste para ver el apio y también resulta un lugar de trabajo acotado para este cocinero en ciernes. Con un adulto detrás para darle una mano, empieza a tratar de cortar con un cuchillo.

Aprender las técnicas para manejarse en la mesa

Como tu hijo quizás no esté motivado para aprender a comer “como un chico grande”, por observación e imitación de la forma en que lo hacen tú y otros miembros de la familia, puede necesitar un poquito más de tiempo y de atención especial que sus hermanos con vista o sus amigos, para aprender las técnicas de comportamiento en la mesa. Aquí te ofrecemos algunas sugerencias que te pueden ayudar:

• Continúa colocando el bol, el plato, la taza y los cubiertos de tu hijo en el mismo lugar, de modo que siempre los pueda encontrar. Dile dónde está cada alimento en su plato. Puede ser que te convenga usar uno dividido en sectores para distintos tipos de comida, a fin de que le sea más fácil encontrar cada cosa.
• Es útil emplear la técnica de mano bajo mano o mano sobre mano cuando le muestras cómo se usa el cuchillo para untar o el tenedor para pinchar. Trata de trabajar desde atrás de él, de modo que tus manos y las suyas se muevan en la misma dirección.
• Muéstrale cómo utilizar algo para “empujar”, como por ejemplo un trozo de pan o el cuchillo, cuando trata de recoger alimentos con el tenedor o para que se mantengan en su lugar para pincharlos. Esto es más aceptable cuando se hace en público que usar los dedos, de modo que es una buena idea que se acostumbre en casa a esa forma de hacerlo.
• Si tu hijo no está muy interesado en probar algo nuevo—digamos, aprender a pinchar la carne con el tenedor—introduce esta nueva técnica al comienzo de la comida, cuando tiene más hambre. Al empezar, coloca sólo unos pocos trozos de carne en su plato y estimúlalo para que los coma todos con el tenedor antes de servirle un poco de puré de papas que sabes que le gusta.
• Muéstrale cómo abrir los envases de jugo y las cajas de cereales o los cartones de leche. Una vez que empiece la escuela primaria va a tener que saber hacerlo, a fin de comer su merienda o almuerzo sin ayuda.
• Si tu hijo tiene baja visión, busca boles, tazas y cubiertos que tengan alto contraste. Es más fácil recoger macarrones con queso de un bol negro que de uno amarillo. La superficie oscura proporciona un contraste más fuerte para ayudar a tu hijo a ver lo que hay en él.

Ayudar a preparar meriendas y comidas simples

Ahora que tu hijo va a estar pronto en el jardín de infantes, puede hacer falta que lo hagas participar en la preparación de comidas o meriendas simples. Esto no sólo le da una oportunidad de aprender destrezas y conceptos nuevos—tales como cooperar, verter y medir—sino también lo ayuda a entender de dónde proviene la comida y las transformaciones que sufre desde que está cruda hasta que está lista para servir. Ayudarte a preparar la torta de cumpleaños de la abuela, o sus propias palomitas de maíz en el microondas, son buenos modos de empezar—por supuesto, con tu supervisión en la cocina.

Sugerencias para adquirir buenos hábitos en la cocina

• Déjale elegir un armario o un cajón donde pueda guardar las cosas que necesita para “cocinar”. Estos utensilios pueden incluir platos, tazas y boles de plástico; un bol para mezclar de tamaño medio; una cuchara de madera, y tazas y cucharas para medir con colores de alto contraste o marcas en relieve.
• Puede convenir que le sugieras hacer un libro de recetas juntos—cosas simples como mantequilla de maní y jalea o sándwiches de queso derretido en el tostador, palomitas de maíz en el microondas y huevos duros cocidos en la hornalla, para la ensalada. Si tu hijo ve un poco, las recetas se pueden escribir en macrotipo (letras muy grandes) o en braille, si eso le resulta más fácil. Juntos, tú y él, pueden agregar ilustraciones.
• Muéstrale a tu hijo cómo organizar su espacio de trabajo. Una bandeja con un borde alto puede ser útil para que las cosas no se le vayan rodando. Si tiene un resto visual, controla que haya suficiente luz para ver todos los ingredientes y la receta.
• Al mostrarle a tu niño cómo hacer algo—por ejemplo, romper un huevo y echarlo en la mezcla para hacer brownies—usa la técnica mano bajo mano o mano sobre mano.
• Haz que tu hijo participe en todos los aspectos de la tarea, incluso reunir las cosas que necesita para hacer su merienda y lavar los platos después.
• Al llegar a esta etapa, tu hijo va a estar usando cuchillos que no sean filosos ni terminen en punta, pero es necesario que entienda que algunos tienen filo y pueden causar daño si no se los maneja con mucho cuidado. Si quieres que empiece a picar y cortar en rebanadas, usen el cuchillo con filo juntos.
• Todos los niños pequeños tienen que aprender las medidas de seguridad con respecto al horno o a las hornallas. Cuando el horno esté frío, haz que tu hijo lo investigue. Muéstrale cómo abrirlo, donde están las rejillas y cómo cerrar la puerta. Déjale tocar las perillas o botones y explícale para qué es cada una. Haz lo mismo con las hornallas. Controla que entienda que no es algo para jugar. Indícale que cuando el horno está encendido, va a sentir calor cuando se acerque y no debe aproximarse más. Igual que con los cuchillos, ayúdale a comprender las precauciones adecuadas y que va a poder usarlo sin peligro cuando sea mayor.

Si le enseñas a tu niño cómo comer y a empezar a preparar sus propias meriendas, aprenderá más que lo que se refiere solamente a la comida. Se le abrirán nuevas experiencias e ideas que lo ayudarán a dar pasos hacia la independencia.