Un niño en una silla de ruedas adaptada trata de alcanzar un juguete Alcanzar un juguete que le interesa es un trabajo difícil para este preescolar, debido a las restricciones que le causa su discapacidad física junto con los retos visual y cognitivo que enfrenta. Su maestra ha encontrado un juguete cuyo sonido y atractivo visual lo motivan a esforzarse para jugar con él.

La discapacidad física puede tener muchas causas diferentes. Algunas aparecen frecuentemente en combinación con la deficiencia visual, como la parálisis cerebral, la espina bífida y la distrofia muscular, en tanto que otros niños pueden usar plenamente sus brazos o piernas o un lado de su cuerpo. Algunos caminan sin ayuda, mientras que otros necesitan usar muletas, andadores o sillas de ruedas.

Si tu hijo tiene tanto discapacidad visual como física, es posible que notes que sus movimientos gruesos y finos difieren de los otros niños de su edad. Como no ve nada o dispone de un pequeño resto visual que no le permite darse cuenta de los objetos interesantes que hay en su entorno, es posible que no se sienta motivado a explorar el mundo gateando, arrastrándose o caminando en la forma en que lo hacen los niños que ven bien. Puede tener una capacidad limitada de moverse por sí mismo. Por lo tanto, trata de encontrar la manera de motivarlo a moverse. Pon objetos cerca de él para que los explore y ayúdalo, si le hace falta, para que se desplace hacia los que no puede alcanzar.

Cuando un niño tiene discapacidad física y debe esforzarse para mantenerse erguido al sentarse, estar de pie o caminar, su capacidad de usar la vista al máximo puede verse afectada. Por esta razón es importante trabajar en estrecho contacto con los profesionales médicos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales para identificar la mejor posición a fin de que tu hijo pueda usar su vista al máximo.