Todos nosotros estamos ocupados. Es posible que uses un calendario, una agenda diaria, una lista cotidiana o un asistente digital personal (PDA) para llevar el control de tus citas durante el día, semana o mes. Basta con que mires tu calendario para que puedas ver qué has hecho, qué planeas hacer a continuación y qué viene después de eso. Tu calendario estructura tu tiempo y proporciona un poco de orden a tu vida. Para tu hijo que es discapacitado visual y tiene retos múltiples, el uso de un calendario o agenda le permitirá, de la misma manera, entender qué va a hacer a continuación y después de eso y luego, después de esto último. A su vez, le va a ayudar a entender mejor la estructura general del día y a darle la sensación de que se puede saber por anticipado cómo se va a desarrollar su vida.

El calendario o la agenda de tu hijo puede usar símbolos -imágenes u objetos- para representar las actividades de su día, en lugar de números y palabras. Si hace muchas veces las mismas cosas cada día, aprenderá a asociar el símbolo de cada actividad con lo que hace. Cuando le das el objeto o señalas la imagen, va a entender qué va a suceder. Por ejemplo, si le das una toallita para bañarse, sabrá que es la hora de tomar su baño. Por medio de los símbolos en el calendario, puede expresarte también qué le gustaría hacer a continuación, o puede usarlos para conversar contigo acerca de su programa. De estas maneras, un calendario promueve su comprensión y participación en las actividades que constituyen su vida. Le da la capacidad de saber qué es lo que va a suceder a continuación, una aptitud que tal vez no tenía antes, y puede ayudarle a sentir que tiene más control e independencia.

Armar un calendario o agenda

Hay muchas maneras de armar un calendario o agenda para tu niño con discapacidad visual y retos adicionales. El sistema será más útil y efectivo si se usa igual tanto en casa como en la escuela. Por lo tanto, los miembros de su equipo educativo necesitan decidir qué tipo de sistema van a organizar para tu niño, los símbolos que hay que emplear y un procedimiento para utilizarlo. Será de gran valor el aporte de un terapeuta del habla y el lenguaje o un especialista de la comunicación, así como el punto de vista del maestro de estudiantes con discapacidad visual de tu hijo.

Entre las cosas a tener en cuenta para armar un sistema de calendario o agenda están las siguientes:

  • ¿Qué actividades deben figurar en el calendario y qué símbolos se deben usar para representarlas?

    • ¿Deben usarse objetos reales, partes de objetos, imágenes, letras comunes o braille? ¿Hay que utilizar una combinación de dos o más de estos elementos? Al seleccionar un símbolo para representar una actividad, como por ejemplo, bañarse, piensa qué objeto tiene significado para tu niño. Una imagen de un grifo puede no tener ningún sentido para él a menos que le guste ayudarte a abrirlo para que salga el agua para bañarse. En lugar de eso, una ilustración de su juguete de baño favorito puede ser más motivadora y ayudarle a asociar que esa figura del calendario representa subir a bañarse.

    • Los niños entienden los objetos reales antes de comprender sus representaciones, tales como imágenes, letras comunes o braille. Analiza con los otros miembros de su equipo educativo qué nivel de comprensión tiene tu hijo de modo que se puedan elegir los símbolos adecuados para el calendario.

    • Tales símbolos adecuados se irán cambiando con el correr del tiempo, a medida que el niño aprende a reconocerlos. Por ejemplo, al principio, se puede empezar a usar una cuchara real para representar la hora de cenar, luego una imagen de ella y, finalmente, la palabra “cena” en braille.

    • Se pueden usar diversos formatos y técnicas para crear el calendario. Una cantidad de cajas colocadas una al lado de la otra, pueden contener un objeto cada una para representar una actividad del día. O los objetos se pueden sujetar sobre un tablero o cuadro con Velcro. Las imágenes también se pueden poner en un cuadro en la pared o en una mesa, con cinta adhesiva, Velcro o algún otro tipo de material apropiado para sujetarlas.

  • ¿Cuántas actividades se deben incluir en el calendario? Puede variar la cantidad de cosas que cada niño es capaz de comprender en forma inmediata. Al comienzo, tres o cuatro símbolos pueden ser todos los que tu hijo absorba de una vez, de modo que quizás sea posible tener una calendario para las actividades antes de ir a la escuela, otro diferente para el rato que va desde el regreso de la escuela hasta la cena y un tercero para después de la cena hasta la hora de ir a la cama.

  • ¿Dónde se debe guardar el calendario? Es más útil si se lo guarda en un lugar conveniente y accesible para tu niño. Si pasa mucho tiempo en la sala de estar y en la cocina, entonces, colócalo en una de estas habitaciones. Si usa silla de ruedas, quizás quieras usar un sistema portátil que se guarde en su silla de modo que le resulte accesible en cualquier lugar en que esté.

  • ¿Qué pasa cuando se termina con una actividad? Igual que le muestras a tu niño un símbolo del calendario antes de cada tarea y hablas acerca de lo que va a estar haciendo a continuación, es importante volver al calendario para “dar por terminada” la actividad cuando se la haya completado. Se pueden usar distintos métodos para indicar esto. Puedes tener una cesta en la cual tu hijo ponga el símbolo o puede taparlo con un trozo de tela sobre el calendario para mostrar que ya se hizo. Es importante que regrese a él cada vez que termine con algo y luego mire para ver qué es lo que sigue, a fin de ayudarle a desarrollar la comprensión de la progresión del día.

Muchos niños requieren un tiempo importante para aprender cómo funciona un sistema de calendario. Es por la repetición y la experiencia que se produce este aprendizaje. No te desanimes si a tu niño le lleva meses o incluso años, entender plenamente este sistema. Una comunicación permanente con otros miembros del equipo y la evaluación periódica de los símbolos que se usan y las rutinas que se estructuran alrededor de su uso son factores importantes.