Este artículo es el segundo de una serie de artículos sobre cómo ayudar a su hijo con discapacidad visual que tiene retrasos en el desarrollo de las habilidades comunicativas. Este artículo se centra en la transición de la conducta no verbal al uso de palabras individuales.

¡La primera palabra de su bebé! ¡Qué celebración! Las primeras palabras que su hijo dice no solo marcan un importante paso en el desarrollo de su hijo, sino que también toca su corazón de una forma muy especial. Si su hijo nació sin el sentido de la vista, sus primeras palabras podrían ser una garantía de que todo va a estar bien porque si puede hablar, puede valerse por sí mismo. Las primeras palabras le ayudan a su hijo a conectarse con usted de forma personal. “Mamá” o “Papá” le identifica a Ud. como su progenitor(a). “Baba (botella)” le ayuda a saber lo que su hijo quiere. “Pupa” le mueve Ud. a correr a ver que le duele para poderle ayudar. “A mimir” cierra dulcemente el día de su niño. Por lo general, las primeras dos o tres palabras de los niños surgen entre los 12 y los 18 meses de edad. Durante los primeros 6 a 12 meses, usualmente el desarrollo se mide mediante las primeras 50 palabras que el niño utiliza de forma más constante. Las primeras 50 palabras de su hijo conforman lo que se conoce como su vocabulario expresivo. Es posible que entienda muchas otras palabras, pero no las usa para comunicarse, esas palabras conforman su vocabulario receptivo.

Cuando el vocabulario expresivo de un niño llega a tener 50 palabras, puede comenzar a combinar palabras y formar frases de dos y tres palabras. Las combinaciones de palabras ayudan a clarificar los mensajes que su hijo le dirige a usted, así como también a demostrar lo que está aprendiendo sobre su mundo. Para obtener más información, consulte el siguiente artículo, “Ampliando el significado mediante la combinación de palabras.”

El desarrollo de las primeras 50 palabras individuales

La investigación sobre el desarrollo lingüístico temprano en niños videntes, normalmente incluye listas y categorías de las primeras palabras del niño. Los padres tienden a modelar las palabras (a decírselas al niño) dentro del contexto de las actividades de la vida diaria, de la rutina de juegos (como juegos de “perseguidillas,” de “las escondidas” y “cosquillitas”) y de las experiencias personales. Al tiempo que modela las palabras que describen o nombran los objetos y acciones en el entorno y las actividades de su hijo, usted va reforzando la comprensión y el conocimiento que él tiene de las palabras. Instrucciones tales como “Dame la pelota” y “Ponte el abrigo” y comentarios como “La colchita es suave” ayudan a su hijo a aprender que estas y otras palabras similares “encajan” o van de la mano con experiencias especÍficas. Este proceso se conoce como desarrollo del significado de las palabras. Las palabras individuales se pueden usar para nombrar elementos y responder a preguntas (por ejemplo, “¿Qué es eso?” y “¿Qué estás haciendo?”), así también como para comunicar sobre los deseos y necesidades del niño.

El significado de las primeras 50 palabras

Las primeras palabras tienden a ser nombres de personas o cosas (sustantivos/objetos) y, con menor frecuencia, palabras de acción (verbos/acciones) o palabras descriptivas. Las primeras palabras representan las experiencias que su hijo ha tenido y las palabras que usted ha enunciado para describir esas experiencias. Usted, como la mayoría de los padres, tiende a nombrar cosas con las que su hijo interactúa, que él toca o que le tocan a él. También le describe los movimientos que su hijo hace con su cuerpo y las acciones que él realiza con los objetos y las personas. Los niños videntes pueden echar una mirada general a su alrededor o pueden enfocarse visualmente en un artículo en particular que sus padres están sosteniendo, usando, mostrando o señalando a distancia. Los padres de niños con discapacidad visual compensan su falta de visión describiéndoles verbalmente todas sus experiencias. Al hacerlo, Ud. les está ayudando a construir un vocabulario receptivo (las palabras que entienden) y un vocabulario potencialmente expresivo (las palabras que enuncian).

A continuación, se exponen algunos ejemplos de categorías de palabras que normalmente se ven en muestras de las primeras 50 palabras:

  • Nombres de personas: Mamá, papá, bebé
  • Comidas y bebidas: Leche, jugo, banana, galleta
  • Palabras sociales: Hola, adiós, chao, sí, no, gracias
  • Descripciones: Más, no más
  • Animales: Perro, gato
  • Objetos y juguetes: Pelota, libro
  • Vehículos: Carro
  • Actividades de la vida diaria: Baño, cepillo
  • Ropa: Zapato, gorro
  • Partes del cuerpo: Nariz, ojo
  • Modificadores: Caliente, grande

A medida que interpreta los mensajes no verbales de su hijo, Ud. también reforzará el significado de las palabras, tales como “quiero,” “más” y “ayuda.”

La comunicación de los deseos y necesidades mediante la utilización de las primeras 50 palabras

A continuación, exponemos algunos ejemplos de palabras individuales que su hijo puede usar para comunicarle a Ud. diferentes mensajes:

  • Obtener atención: “Mamá,” “mira,” “ven”
  • Decir lo que quiere o necesita: “Galleta,” “jugo,” “ayuda”
  • Decir lo que quiere hacer: “Columpio,” “vamos,” “abre”
  • Decir lo que no quiere: “No,” “ah-ah,” “no más”
  • Participar socialmente con personas: “Hola,” “adiós,” “chao,” “gracias”
  • Decir cómo se siente: “Alegre,” “enfadado,” “ triste”
  • Decir lo que le duele: “Pancita,” “cabeza,” “pupa”

Consejos para estimular el desarrollo de las primeras palabras en niños con ceguera o discapacidad visual

Independientemente del tamaño del vocabulario expresivo de su hijo, usted puede ayudar a estimular el desarrollo de nuevas palabras. Como padre, lo que Ud. quiere es que su hijo empiece a hablar para que le pueda decir lo que necesita y desea y para que le deje saber cómo se siente. Por lo general, hay tres objetivos principales para el desarrollo de las primeras palabras que se usan para comunicar intencionalmente:

  • Enseñar nuevas palabras (incrementar la cantidad de palabras individuales que utiliza).
  • Estimular el mensaje o la intención de las palabras (enseñar palabras que comunican deseos y necesidades).
  • Enseñar el uso de las palabras en diferentes entornos y actividades y con diferentes personas.

A continuación, se ofrecen algunos consejos para ayudar a su hijo a lograr estos objetivos:

  • A medida que observa e interactúa con su hijo, utilice palabras para nombrar y describir los aspectos sociales y no sociales de su experiencia y contexto. Emparejar palabras con una experiencia ayuda a establecer el significado y prepara a su hijo para usar palabras con el fin de comunicar su propia intención.
  • Prevea las necesidades de su hijo interpretando sus conductas no verbales y modelando las palabras que puedan expresar esas necesidades: “Quieres X.” “Quieres (acción).” “No quieres Y.” “Quieres más”.
  • Cree rutinas cotidianas donde el mismo vocabulario puede ser modelado varias veces al día. Utilice rutinas de acción cantando canciones y recitando rimas, luego haga una pausa a la mitad y al final de la rutina, de modo que su hijo pueda “rellenar el espacio en blanco” o repetir la rutina. Comparta con amigos, familiares, cuidadores y maestros esas palabras y rutinas para que así su hijo pueda experimentar las mismas rutinas en diferentes entornos y con diferentes personas.
  • Al modelar (decir) una palabra que usted quiere que su hijo practique, asegúrese de decirla en el momento en que su hijo toca el objeto, lo mueve o escucha el sonido. Sin el sentido de la vista, su hijo no puede ver el objeto o la acción de la usted está hablando, por lo tanto, la palabra tiene que ir mano a mano con la experiencia.
  • Existen dos formas de enseñar palabras individuales:
    • Proporcionar un modelo y esperar a que su hijo imite espontáneamente las palabras: Decir la palabra, luego hacer una pausa y permitir que su hijo procese el significado. Si su hijo no imita la palabra de inmediato, repita la palabra y luego agregue más lenguaje.
      Ejemplo 1: “Más” [haga una pausa/espere] “Más. Quieres más jugo de manzana.”
      Ejemplo 2: “Pelota” [haga una pausa/espere] “Pelota. Ahí va la pelota.”
    • Indíquele a su hijo que repita la palabra siguiendo su modelo: Dele una instrucción, pidiéndole que imite su modelo. Ejemplo: “Más. Di ‘más’.” Ejemplo: “Pelota. Di ‘pelota’.” Si su hijo necesita ayuda para decir la palabra, usted podría pronunciar el primer sonido siguiendo su modelo de la palabra (Ej. “¿Quieres más? ¿Mm…?”
  • Refuerce todas las tentativas que su hijo hace para imitar la palabra que Ud. ha modelado. Ejemplo 1: “Sí. Más. ¡Quieres más jugo!” Ejemplo 2: “Pelota. Quieres que yo ruede la pelota.”
  • Elija las palabras que mejor ayuden a su hijo a satisfacer sus necesidades comunicativas. Modele palabras que le permitan a su hijo a pedir un objeto/artículo (“jugo” o “pelota”) o una acción (“ve” o “arriba”), pedir “ayuda” o “más” o llamar la atención hacia sí mismo (“mira”).

A medida que su hijo evoluciona y pasa de conductas comunicativas no verbales a palabras individuales, lo más probable es que Ud. se sienta más conectado con él y sienta que puede satisfacer sus necesidades con mayor facilidad. Las palabras individuales le brindan a usted la cantidad de información precisa para que Ud. pueda hacer más que simplemente “adivinar” o hacer conjeturas sobre lo que su hijo desea y necesita. Cuando su hijo empiece a combinar dos o más palabras, notará que sus mensajes se vuelven aún más específicos.