Este artículo es el primero de una serie de artículos sobre cómo ayudar a su hijo con discapacidad visual que tiene retrasos en el desarrollo de las habilidades comunicativas. Este artículo se centra en la transición de la conducta no verbal al uso de palabras individuales.

Si su hijo no ha comenzado a utilizar palabras para comunicarse, entonces es posible que, de vez en cuando, usted se sienta perdido a medida que intenta prever sus necesidades y responder a las conductas físicas y verbales que no siempre comunican un mensaje de forma clara. Bajo estas circunstancias, usted debe convertirse en un buen “adivino” e interpretar lo que quiere decir. Lo bueno es que la base de las habilidades comunicativas verbales se desarrolla antes de que el niño aprende a decir palabras. Antes de que surjan las palabras, su hijo con discapacidad visual puede desarrollar un extenso grupo de conductas no verbales para comunicar sus necesidades y para socializar.

Conductas comunicativas no verbales

La comunicación no verbal es la primera etapa del desarrollo comunicativo, la cual progresa a partir del llanto y el movimiento de los brazos y piernas, a movimientos corporales más específicos, tales como extender los brazos para alcanzar o tocar algo, a movimientos motrices más específicos, tales como tomarle a usted de la mano y colocarla sobre un objeto, guiarle a usted a lo largo de un espacio sosteniéndole de la mano o dándole algo para que usted lo manipule para él (abrir una caja, activar un juguete). Estas acciones motrices describen el desarrollo de gestos comunicativos utilizando las manos y los brazos. El desarrollo de estos gestos en los niños con discapacidad visual y ceguera variará en algunos aspectos de los gestos que los niños videntes utilizan. Aunque la investigación ha abordado los posibles límites del desarrollo gestual ante la ausencia de la vista, también existe evidencia válida de que se pueden enseñar nuevos gestos a los niños que todavía no están utilizando palabras. La comunicación no verbal también incluye hacer sonidos o vocalizaciones que no son palabras habladas. Estos sonidos van del llanto y quisquilleo al balbuceo (por ejemplo, ba-ba-da) o jerga infantil, la cual tiene el ritmo de una oración, pero que no consiste en palabras reales todavía.

Comunicar mensajes mediante la comunicación no verbal

Antes de que su hijo utilice palabras para comunicar sus deseos o necesidades, sus conductas no verbales se desarrollan a partir de conductas que comunican un mensaje poco claro a conductas que comunican un mensaje más específico. La función de los padres es primero prever lo que su hijo necesita y luego hacer conjeturas fundamentadas sobre qué mensaje le está comunicando de manera no verbal. Algunas veces al mensaje se le denomina “intención comunicativa”. En otras palabras, las conductas no verbales sugieren o comunican lo que su hijo quiere que usted haga. Existen cuatro fases en el desarrollo de la comunicación no verbal.

La primera fase del desarrollo de la comunicación no verbal

Durante los primeros meses de vida de su bebé, Ud. pasó sus noches y sus días respondiendo a sus llantos y adivinando sus necesidades. Estuvo atento a sus cambios de conducta, lo cual le ayudó a entender lo que su bebé necesitaba (alimentos o cambio de pañal), su estado de ánimo o estado emocional (contento o molesto) y su estado físico (dolor de estómago o cansado). Estuvo atento a los sonidos que hacía y a sus expresiones faciales; su lenguaje corporal le dejaba saber casi todo lo que Ud. necesitaba saber. A medida que establecía una rutina diaria, usted aprendió a prever las horas del día cuando su hijo tendría hambre o necesitaría un nuevo pañal. También aprendió cuándo probablemente estaría su bebé despierto y cuándo podría acurrucarse o jugar con él y qué juguete o actividad era su favorito. En esta etapa temprana, usted era el comunicador primario; su hijo todavía no era un compañero de comunicación. A lo largo del día hablaba con su bebé y le describía lo que pensaba que él necesitaba y lo que usted iba a hacer para ayudarlo. Es probable que su bebé le respondiera girando su cuerpo hacia su voz o cambiando su posición y expresión facial. Estos movimientos eran automáticos y son una parte natural de la respuesta de su hijo a su propio entorno y a la interacción que usted le brinda. Su bebé realmente no estaba pensando en comunicarle sus necesidades a usted, pero sus conductas le ayudaban a entender lo que él necesitaba. Este tipo de movimiento—llanto, quisquilleo y movimientos de brazos y piernas—se considera conducta preintencional porque el niño aún no está comunicando intencionalmente sus necesidades. Si su niño mayor tiene múltiples discapacidades, es posible que haya momentos en que él utilice estas mismas conductas.

La segunda fase del desarrollo de la comunicación no verbal

Poco a poco, las respuestas de los padres a las conductas de su bebé le ayudan (a él) a entender que puede llamar la atención de sus padres y luego hacer que sus padres hagan lo que él quiere. Sus llantos cambian y comienzan a tener un significado relacionado a sus diferentes necesidades (pañal mojado, dolor de estómago, un chupete perdido). El lenguaje corporal o los movimientos motrices comienzan a tener significado dentro de las rutinas que usted ha creado, especialmente en el juego. Por ejemplo, cuando juega a las palmaditas o al juego de cosquillitas, su hijo puede indicar su deseo de continuar jugando al repetir una de las acciones. Los bebés con discapacidad visual y ceguera desarrollan acciones motrices simples o gestos tempranos sin haberlos visto; estas acciones y gestos reflejan movimientos naturales. A medida que va creciendo, su bebé con discapacidad visual también comenzará a usar sonidos y movimientos que son más coherentes, más refinados y que parecen tener un mensaje más claro. Por ejemplo, es posible que su bebe diga “baa” en vez de ponerse quisquilloso. Su bebé quiere algo, pero todavía no sabe que le puede dirigir ese mensaje a usted. Su función como padre/madre es responder a las conductas de su hijo como si él le estuviera enviando un mensaje. Cuanto más lo haga, más su hijo repetirá la conducta cada vez que tenga la oportunidad.

Durante esta fase, entre las conductas no verbales que puede observar en su hijo con discapacidad visual están las siguientes:

  • Repetir una acción motriz que es parte de una actividad de movilidad con un objeto o sin él.
  • Empujar su mano (la de Ud.) o un objeto
  • Alardearse (repetir una conducta motriz o verbal que anteriormente llamó la atención de su cuidador)

Las conductas anteriores pueden indicar que entre los deseos y necesidades de su hijo están los siguientes:

  • Obtener su atención
  • Dejarle saber que él quiere que usted haga algo “nuevamente” o que quiere “más” de algo que le ha dado
  • Dejarle saber lo que él no quiere

La tercera fase del desarrollo de la comunicación no verbal

Durante esta fase, las conductas no verbales de su hijo están orientadas a los objetivos, siendo usted el destinatario del mensaje. En la segunda etapa de desarrollo, su hijo estaba orientado a sus objetivos (yo quiero eso y lo voy a conseguir). En la tercera etapa, su hijo comienza a darse cuenta de que es práctico tenerle a usted cerca y que puede conseguir que usted haga el trabajo por él. Las conductas del niño comienzan a demostrar una intención reconocible (el comienzo del envío de un mensaje) y usted puede comenzar a responder a la conducta específica para satisfacer sus necesidades. Las conductas en esta fase todavía requieren que Ud. “adivine” e interprete un poco el mensaje en base al contexto.

Entre las conductas no verbales que puede observar en su hijo durante esta fase están las siguientes:

Mover el cuerpo de otra persona:

  • Tocar a una persona o un objeto
  • Tirar de la mano de una persona hacia él
  • Tomar la mano de una persona y colocarla sobre un objeto
  • Empujar un objeto o la mano de una persona
  • Tirar de la pierna de alguien

Utilizar su propio cuerpo en el espacio:

  • Extender los brazos y manos hacia alguien o hacia el lugar donde está o estaba un objeto
  • Extender su(s) brazo(s) o mano(s) hacia arriba

Las conductas anteriores pueden indicar que entre los deseos y necesidades de su hijo están los siguientes:

  • Pedir objetos y acciones (necesidades y deseos)
  • Pedir ayuda o asistencia
  • Pedir “más”
  • Hacer comentarios (compartir socialmente)
  • Rechazar un objeto o una acción; protestar
  • Saludar o despedirse (decir “adiós,” “chao”)

La cuarta fase del desarrollo de la comunicación no verbal: Comunicación intencional presimbólica

Durante la cuarta fase del desarrollo no verbal, antes de que emerjan las palabras (presimbólico), los gestos y vocalizaciones son claramente intencionales. El desarrollo de la intención es una señal de que su hijo está estableciendo una de las cuatro partes principales de las habilidades comunicativas que se conoce como lenguaje pragmático (o comunicación social). En esta etapa, la forma de comunicación todavía no es verbal (gestual o vocal), pero los mensajes de su hijo son cada vez más claros y más convencionales (otras personas los entienden). En el contexto de la vida cotidiana y el juego, la mayoría de las personas debe poder entender lo que su hijo quiere o necesita o si quiere atención social o interactuar socialmente. Si Ud. tiene un niño mayor que todavía tiene un retraso en cuanto a sus primeras palabras, es muy importante estimular esta etapa comunicativa intencional no verbal.

Entre las conductas no verbales que puede observar en su hijo durante esta fase están las siguientes:

Nota: Algunos de los gestos de las primeras etapas no verbales seguirán siendo utilizados durante esta etapa también. Un gesto común que se desarrolla en los niños videntes en esta etapa es señalar, es decir, extender el dedo índice y tocar un objeto de cerca o señalar algo a distancia. Señalar con el dedo se considera un gesto muy poco usual en los niños no videntes.

  • Levantar los brazos o las manos hacia arriba o hacia afuera
  • Extender un objeto (para mostrarlo), puede ser un gesto poco usual, pero puede ocurrir de forma natural
  • Dar o entregar un objeto a alguien
  • Saludar/despedirse con la mano (hola / adiós, chao)
  • Negar con la cabeza (no); asentir con la cabeza (sí)

Las conductas anteriores pueden indicar que entre los deseos y necesidades de su hijo están los siguientes:

  • Pedir objetos y acciones (necesidades y deseos)
  • Pedir ayuda o asistencia
  • Pedir “más”
  • Hacer comentarios (compartir socialmente)
  • Rechazar un objeto o una acción; protestar
  • Saludar y despedirse

La identificación de la conducta intencional en niños con discapacidad visual o ceguera

En los niños videntes, el uso de la mirada—mirar primeramente un objeto que quiere, o algo que ha notado, luego al padre y de nuevo al objeto—es uno de los signos primarios de la comunicación intencional. Ante la ausencia de la vista, la atención compartida (es decir, cuando tanto el padre como el niño están prestando atención al mismo objeto, acción o sonido) y la señal de intención se pueden observar, por ejemplo, cuando su hijo se acerca a usted, se gira hacia usted o le toca antes de gesticular o vocalizar o mientras lo está haciendo. Es posible que Ud. pueda identificar otras formas en que su hijo demuestra que se está comunicando de forma intencional. Es posible que también vocalice de cierta forma. A continuación, exponemos algunos ejemplos de señales de intención que usted podría observar en su hijo:

  • Utiliza la conducta sólo cuando alguien está cerca
  • Le dirige la conducta a usted o a otra persona (no gesticula cuando no hay nadie cerca)
  • Espera una respuesta
  • Persiste o repite la conducta hasta que obtiene una respuesta
  • Es posible que se moleste si la respuesta que recibe no es la que esperaba

Consejos para estimular la comunicación no verbal en niños con ceguera o discapacidad visual

Independientemente de la etapa comunicativa no verbal que demuestre su hijo, usted puede ayudar a estimular su desarrollo. En última instancia, como padre/madre lo que Ud. quiere es que su hijo empiece a hablar para que pueda decirle lo que necesita y desea y dejarle saber cómo se siente. Hasta que alcance ese nivel de desarrollo o hasta que se establezcan otros medios de comunicación, las conductas no verbales son muy importantes. Por lo general, hay tres objetivos principales para el desarrollo de la comunicación no verbal:

  • Enseñar nuevos gestos
  • Perfeccionar los gestos que ya se tienen para que sean producidos de forma constante y clara.
  • Estimular el mensaje o la función del gesto respondiendo siempre de la misma forma

Al observar y responder las conductas no verbales de su hijo, hágale saber lo que usted piensa que él necesita, desea o no desea. Aun cuando su hijo no entienda todavía el lenguaje, sí entiende el sonido y el ritmo de su voz. Posteriormente, las palabras que usted utilice serán sus primeras palabras y contestarán la pregunta, “¿Qué quieres?” La respuesta suya y el lenguaje que Ud. usa ayudan a dar significado a las conductas no verbales de su hijo.

Fase 1: Observe las conductas de su hijo (llantos y movimientos corporales) y continúe satisfaciendo sus necesidades, encontrando formas de calmarle y relacionarse con él. Si necesita apoyo en esta etapa, hable con el equipo de atención de su hijo.

Fase 2: Responda a los movimientos y vocalizaciones de su hijo siempre de la misma forma. Cree rutinas a medida que introduzca nuevas actividades sensoriales. Agarrar, saltar, hacer cosquillas, cantar, decir rimas y hacer una pausa en medio de una actividad o esperar al final de una actividad le permitirá a su hijo indicar si quiere que Ud. continúe. Aprenderá a prever la secuencia de la acción y probablemente pedirá “otra vez” o “más.” Si su conducta pareciera indicar “no quiero” o “no quiero hacerlo otra vez,” entonces pare la actividad o haga una pausa. Si el niño repite una acción o un sonido que le llamó la atención y usted se río, espere a que lo haga de nuevo. Posiblemente se esté jactando.

Fase 3: En esta etapa, usted puede ayudar a su hijo no solo respondiendo a sus movimientos motrices y vocalizaciones, sino también modelando o moldeando sus conductas. Usted puede guiar suavemente la mano de su hijo para que toque un objeto o persona o, si ya está empezando a caminar o si ya camina, pídale que lo lleve a donde él quiere ir (por ejemplo, a la puerta para pedir salir a la calle o a la caja de juguetes para pedir ayuda para abrirla y sacar un juguete) y modele la conducta poniendo su mano sobre el objeto (el mango de la puerta o la tapa de la caja de juguetes). También puede decirle a su hijo lo que usted piensa que él quiere cuando extiende sus brazos hacia delante o hacia arriba y vocaliza.

Fase 4: En esta etapa, las conductas no verbales de su hijo pueden ser claramente funcionales y la mayoría de las personas entiende el mensaje que se comunica. Probablemente, algunos de los gestos que el niño vidente tiene a su disposición (como mirar a un objeto que él quiere, señalar el objeto deseado y mirar repetidamente al objeto deseado y a la persona que el niño espera que le dé ese objeto deseado) no serán utilizados por el niño con discapacidad visual o ceguera. No obstante, su hijo puede aprender que cuando extiende el brazo en la dirección de un juguete que se ha sido movido más allá de su alcance, puede comunicar “dame el juguete” o “ayúdame a encontrar mi juguete.” Su hijo puede aprender que extender ambos brazos hacia arriba cuando oye que uno de sus padres llega a casa del trabajo puede comunicar un saludo y “ven y cárgame.” El gesto de “dar para obtener ayuda” (ofrecer un objeto a un adulto para que el adulto le ayude con el mismo) se puede enseñar ofreciéndole a su hijo bocadillos dentro de un recipiente cerrado que él no puede abrir o un juguete de cuerda que él no puede hacer funcionar por sí solo; luego pedirle que extienda el recipiente o el juguete hacia usted y que lo suelte para que usted pueda abrir el recipiente o darle cuerda al juguete. Luego Ud. le devuelve el recipiente abierto para que pueda servirse el bocadillo por sí solo o colocar el juguete sobre una superficie. Si su hijo aprende este gesto y luego rechaza el objeto cuando se lo devuelve, entonces le puede decir: “Oh, ya no quieres jugar más con la pelota—no más.” Los gestos como asentir o negar con la cabeza a veces se desarrollan naturalmente, pero quizás quiera hacer que su hijo le toque la cabeza y sienta el movimiento cuando Ud. dice “no, no, no” o “sí, sí, sí” con ritmo y emoción.

La comunicación no verbal es una habilidad de desarrollo importante. Las acciones motrices (gestos) y vocalizaciones que un niño con discapacidad visual o ceguera usa antes de que surjan sus primeras palabras tienen el potencial de ayudarle a Ud. a entender las necesidades y deseos de su hijo, cómo se siente física y emocionalmente y si quiere participar socialmente con usted. Las primeras palabras serán también una etapa de desarrollo emocionante.