Los paraeducadores reciben con frecuencia otros nombres, incluso los de asistentes de enseñanza, auxiliares del maestro, paraprofesionales o ayudantes de la escuela. Cualquiera que sea el título que se use, las responsabilidades específicas asignadas a los asistentes de enseñanza pueden variar mucho, igual que su preparación formal para trabajar con niños discapacitados visuales. El paraeducador es un miembro del equipo educativo al que se puede haber asignado la tarea de trabajar en el aula con tu hijo para ayudar a su maestro de clase y al maestro de estudiantes con discapacidad visual.

Según las necesidades específicas de tu hijo y de su edad, un paraeducador que trabaje con él en el aula podría tener algunas de las siguientes obligaciones:

  • apoyar y reforzar la enseñanza: El maestro de estudiantes con discapacidad visual, el maestro de la clase u otros miembros del equipo educativo de tu hijo pueden pedirle al paraeducador que lo ayude cuando se enseña algo en el aula. Por ejemplo, el paraeducador puede tener que darle descripciones verbales de las presentaciones visuales, tales como demostraciones que se hagan en el aula o videos. En otros momentos, puede apartarse con tu niño y ayudarlo a reforzar los conceptos enseñados durante las lecciones ordinarias de la clase.
  • preparar materiales: El maestro de estudiantes con discapacidad visual puede pedirle al paraeducador que prepare o consiga versiones accesibles de los materiales de enseñanza para tu hijo, a fin de que pueda tenerlos al mismo tiempo que sus compañeros. Por ejemplo, si en la clase están leyendo un libro todos juntos, le pueden pedir al asistente de enseñanza que prepare una copia braille del libro con ilustraciones táctiles. Puede ser que tenga que agrandar las tablas o mapas de un texto por medio de una fotocopiadora o preparar una versión táctil para un niño que lee braille.
  • ayudar a tu hijo a practicar destrezas: El maestro de estudiantes con discapacidad visual o el instructor de orientación y movilidad (OyM) pueden haber enseñado a tu hijo una técnica nueva y le pueden pedir al paraeducador que la refuerce. Por ejemplo, si el primero le ha enseñado cómo escribir en braille los problemas de matemáticas con la máquina braille, puede hacer falta que el paraeducador lo guíe para que pueda completar la tarea de esta materia usando el sistema braille.
  • controlar la seguridad: El paraeducador puede supervisar a tu hijo si necesita ayuda para controlar su propia seguridad en situaciones tales como recorrer los pasillos, jugar en el área correspondiente o participar en proyectos prácticos en el aula. Esto permite al niño tomar parte sin peligro en las actividades de la clase, mientras aprende a hacerlo en forma independiente. O al paraeducador lo pueden haber designado para seguir de cerca a tu hijo mientras practica la técnica de OyM en una ruta escolar, mientras le permite encontrar solo el camino, mientras se esté desplazando sin riesgos.
  • ayudarle en las tareas de cuidado personal: El paraeducador puede ayudar a los niños más pequeños o a los que tienen multidiscapacidad que necesiten apoyo en tareas tales como ir al baño, vestirse y comer, mientras los estimulan para que aprendan a realizar estas tareas en forma independiente.
  • apoyar las interacciones sociales: El paraeducador puede ayudar a tu hijo a practicar destrezas sociales apropiadas tales como volver la cara hacia la persona que le está hablando, usar un lenguaje corporal apropiado, unirse a un grupo o pedir ayuda cuando le hace falta.
  • participar en el equipo educativo de tu hijo: El asistente de enseñanza puede pasar mucho tiempo con tu niño en diferentes clase o mientras trabaja con otros miembros del equipo educativo, tales como el terapeuta ocupacional o el especialista de orientación y movilidad. De este modo, el paraeducador puede compartir con los demás una considerable información acerca de cómo progresa tu hijo en su educación y cómo responde en distintas circunstancias y situaciones vinculadas a la escuela.

Equilibrar la función del paraeducador

Como es posible que el maestro de estudiantes con discapacidad visual no trabaje con tu hijo todos los días, puede suceder que el paraeducador sea el profesional con quien pase la mayor parte del tiempo. Es importante, por lo tanto, entender cuál es su función y cuál no. Juega un papel vital en la clase pero no es un maestro. Generalmente va a estar bajo la supervisión del maestro de educación general, pero en temas relacionados con la discapacidad visual, va a seguir las instrucciones del maestro especializado en esta área o las del instructor de OyM. El paraeducador proporciona práctica, refuerzo y técnicas de control pero no debe brindar enseñanza formal, principalmente en áreas especializadas tales como la lectura braille.

Además, como el paraeducador con frecuencia trabaja en contacto tan estrecho con tu hijo, su papel puede ser delicado. En general, es necesario alentar al niño a desarrollar sus propias destrezas para ser cada vez más independiente. Para muchos chicos con discapacidad visual, tener un adulto que esté con ellos casi todo el tiempo, los lleva a apoyarse demasiado en él para hacer cosas que podrían estar aprendiendo a realizar por sí mismos. Así, es importante que este profesional se resista a brindar demasiada ayuda o supervisión, lo que podría interferir en el desarrollo de destrezas independientes por el niño. Por ejemplo, tiene que equilibrar la necesidad de estar cerca del pequeño por razones de seguridad, con el mantenimiento de suficiente distancia como para darle oportunidad a que se relacione libremente con los otros estudiantes en los aspectos sociales.

¿A quién se asigna un paraeducador?

Algunos distritos escolares nombran un asistente de enseñanza para cada niño discapacitado visual, pero puede ser que tu hijo no necesite ese nivel de apoyo. A veces se lo asignan, no a tu hijo, sino a su clase. En esta situación, puede echarle una mano cuando necesite trabajar con un grupo de estudiantes entre los que se lo haya incluido y luego, apoyar a los otros niños cuando el tuyo sea capaz de hacer la tarea por sí mismo.

Si se asigna un paraeducador a tu hijo o a su clase, te puede convenir hablar con el maestro de estudiantes con discapacidad visual o con el del aula acerca de cómo ha de trabajar el ayudante para apoyar a tu hijo, de modo que logre un buen balance entre la ayuda y el desarrollo de independencia.