Cuando la mayoría de la gente oye la palabra “abogar” piensa en los esfuerzos, incluso luchas, de las personas para actuar, a fin de influir en los programas y políticas del gobierno. Aunque muchos padres se involucran en este tipo de defensa y se organizan para ejercer presió en quienes deciden las políticas y en los funcionarios, también puede tener lugar en un plano más personal. Significa argumentar y dar pruebas de que algo es importante y tiene que hacerse. Cuando las familias abogan por sus hijos, eso es lo que están haciendo—presentan información y hacen pedidos con un enfoque determinado para asegurarse de que se lleve a la práctica algo fundamental.

¿Por qué hay que abogar?

En un mundo perfecto, los servicios especializados a los que tiene derecho tu hijo siempre estarían disponibles y sería fácil obtenerlos. En el mundo real en que vivimos, sin embargo, puede ser que no se consiga toda la gama de servicios necesarios a menos que se los solicite, se señale la importancia que tienen y luego se trabaje activamente para lograrlos—es decir, a menos que “abogues” con ese fin.

Puede ser que algunos departamentos de educación estatales y distritos escolares locales no tengan ni el dinero ni el personal que haga todo lo que tú quieres para tu hijo, discapacitado o no. En particular, hay una seria escasez de maestros titulados de estudiantes con discapacidad visual, especialmente formados. Se estima que se necesita por lo menos el doble de los existentes para satisfacer las demandas actuales de servicios. Esta escasez significa que muchas comunidades no tienen un maestro preparado para brindar los servicios especiales que un niño discapacitado visual necesita. Y como hay relativamente pocos chicos con problemas de la vista en la población escolar, puede ser que tu hijo sea el primero al que le hacen falta en tu distrito. Esa situación se da especialmente en las áreas rurales.

Trabajar para que se hagan las cosas

Bajo el Acta de Educación de las Personas con Discapacidad (IDEA), se requiere que el sistema escolar haga lo necesario para proporcionar un maestro de estudiantes con discapacidad visual titulado, a fin de que trabaje con tu hijo si las metas de su Programa de Educación Individualizado (IEP) caen en el campo de responsabilidad de tal profesional. Lo mismo es válido para la provisión de un especialista titulado en orientación y movilidad. La realidad es que los padres tienen que saber los tipos de servicios especiales que su hijo puede necesitar, de modo que sepan qué pedir. Ese es el primer paso en la defensa y tal vez veas que te has convertido en la defensora más fuerte y persistente de tu hijo y que igualmente, ese papel te resulta natural.

Ser un defensor eficaz no requiere destrezas especializadas o capacidades extraordinarias. Los ingredientes más importantes son:

  • Entender las necesidades de tu hijo
  • Conocer la ley que gobierna el acceso de tu hijo a los servicios de educación especial
  • Escuchar a los demás y asegurarte de que ellos te escuchen
  • Hacer el seguimiento de manera que el progreso se dé en el momento oportuno

Tratar con el sistema escolar

Es útil e importante tener una relación positiva con miembros clave del personal del distrito escolar de tu hijo. Tu objetivo es establecer un grupo de trabajo fuerte y cooperativo que incluya a maestros, terapeutas y otros profesionales junto con el personal del distrito. Si estás vinculada en forma activa como miembro del equipo educativo de tu hijo, puedes lograr el respeto del personal de la escuela y proporcionarle información y conexiones ventajosas. Aquí encontrarás formas en las cuales puedes demostrar tu compromiso:

  • Asiste a todas las reuniones del IFSP o IEP, o a tantas como puedas (ponte en contacto con el equipo con anticipación si necesitas un cambio de fecha)
  • Mantén una comunicación sistemática con los miembros del equipo entre las reuniones
  • Llámalos o envíales un correo electrónico para mantenerte informada acerca del progreso educativo de tu hijo y para proporcionar datos al personal
  • Averigua en qué forma puedes apoyar el trabajo a favor de tu hijo por el refuerzo de las metas del IFSP o del IEP en casa

Defensa con éxito

Hay una cantidad de pasos que puedes dar y que te ayudarán a convencer a otros para que entiendan tu punto de vista y satisfagan las necesidades especiales de tu hijo:

  • Presenta razones claras para tus pedidos
  • Proporciona información precisa y útil
  • Reconoce los puntos de vista de los demás
  • Aplica una presión persistente pero con educación

Este enfoque de cuatro puntos puede constituir la esencia de una defensa productiva y eficaz a favor de tu hijo. Pero hablar con otros padres y defensores puede proporcionarte apoyo e ideas de importancia crítica. Conectarte con grupos de padres y organizaciones nacionales vinculadas con el bienestar de los niños y adultos con discapacidad visual es, por lo tanto, otra herramienta poderosa.