Si tu hijo tiene baja visión, puede ser que estés ansiosa por saber qué puede ver. ¿Puede verte desde el otro lado de la habitación? ¿Puede ver la sonrisa en el rostro de su abuela cuando lo mira jugar? ¿Puede ver el detalle de los ríos en el mapa que está mirando? Para responder preguntas como estas y entender lo que tu niño está viendo, puede ser que pienses en simular su discapacidad visual.

Es posible representar la discapacidad visual de tu hijo, pero es importante que tengas en cuenta que, como tienes vista “normal”, ya entiendes el mundo en forma visual. Por lo tanto, puede ser que no estés duplicando exactamente la experiencia que él tiene. Si nació con discapacidad visual o la adquirió antes de los 2 años, nunca pudo ver “normalmente” y su sentido del mundo puede ser muy distinto del tuyo. (Si la pérdida visual se produjo más tarde, puede tener algunos recuerdos de lo que vio y usarlos como referencia cuando utiliza la vista hoy.)

Tener la impresión de cómo ve tu hijo

Si te interesa, pide a su oftalmólogo que te recomiende una manera de simular la visión de tu hijo. Es posible que pueda colocar lentes especiales en una montura de anteojos y te los haga poner para que tengas una idea de lo que tu niño está viendo.

El maestro de estudiantes con discapacidad visual (TVI) del niño o el especialista en orientación y movilidad (OyM) pueden también tener un conjunto de lentes de simulación. Estos equipos reproducen diversos tipos de discapacidad visual, agudeza visual y pérdidas de campo visual. El TVI o el especialista de OyM tal vez puedan prestarte un par de simuladores que se aproximen a la visión de tu hijo para que los uses durante un rato. Si tu niño es ciego o tiene baja visión, cubrirte los ojos o cerrarlos te permitirá tener la impresión de su discapacidad visual.

Lo que puedes aprender

Cuando uses simuladores o te vendes los ojos, trata de hacer las actividades que normalmente esperas que realice tu hijo, tales como encontrar un juguete en un estante, localizar un objeto en un cajón o buscar una ilustración determinada en un libro. Observa las estrategias que usas para llevar a cabo la tarea:

  • ¿Inclinas la cabeza?
  • ¿Acercas los objetos?
  • ¿Te acercas a una cosa o a una persona?
  • ¿Usas las manos para recibir información?
  • ¿Usas el oído?

Te puede convenir prestar atención al observar a tu hijo en las mismas circunstancias y, si piensas que alguna de las estrategias que has descubierto puede resultarle útil, muéstrale cómo aplicarlas.