La llegada de un nuevo bebé es un acontecimiento familiar importante que afecta a todos -a ti especialmente, pero también a los hermanitos, abuelos, tíos, tías y primos. De una forma u otra, todos van a sentir la influencia de la discapacidad visual de tu bebé.

Tu esposo o compañero

Tú y tu esposo pueden tener una multitud de sentimientos que los afectan profundamente. Si les es posible, apóyense mutuamente; céntrense en el amor que comparten como familia y reconozcan la fuerza que pueden ganar con eso, así puede resultarles más fácil hacer frente a sentimientos contradictorios que es posible que interfieran con la capacidad de ambos de pensar y actuar en forma constructiva. Traten de reservarse regularmente un tiempo para ustedes, individualmente y como pareja. Sigan haciendo las cosas que les gustaban hacer solos y en conjunto, aun cuando no pueda ser con tanta frecuencia o tan fácilmente.

Dense tiempo: semanas, meses y más aún si fuere necesario. Lleva tiempo adaptarse a cualquier situación nueva y aprender formas de manejar bien las circunstancias y los sentimientos. La vida es un proceso siempre en marcha, una serie de transiciones y ahora están en una de ellas. Puede ser útil recordar eso simplemente.

Pero si no pueden superar el sentimiento de estar abrumados por las preocupaciones inmediatas y la ansiedad por el futuro, quizás convenga que consideren la posibilidad de buscar consejo u otro apoyo externo.

Tus otros hijos

Si tienes otros hijos, el hecho de que su hermanito o hermanita sea discapacitado visual puede impactarlos fuertemente. Según la edad que tengan, sus reacciones van a variar. A medida que crezcan, entenderán más, necesitarán más información y tal vez quieran ayudarlo. A veces, pueden también estar celosos por el tiempo extra que tú pasas con tu hijo discapacitado visual. Van a querer también -y lo merecen- tu tiempo y atención. Visto en forma realista, tu hijo con problemas visuales va a requerir que le dediques más tiempo, atención y energía, pero no tienes que perder de vista las necesidades de tus otros hijos.

Dolor y otros sentimientos

Reconoce que los hermanos y hermanas – y todos los miembros de la familia- pueden llorar por el bebé “normal” que preveían. En ocasiones, estarán enojados, deprimidos, resentidos, celosos o sentirán rechazo por la discapacidad visual del pequeño. Esos sentimientos son normales. Después de todo, es probable que tú también los tengas. Pero si encuentras que la conducta de tu hijo mayor ha cambiado de un modo que llega a preocuparte -su trabajo escolar se ha perjudicado; no ha asistido a su partido semanal de sóftbol; ha dejado de ir al centro comercial con sus amigos- considera la necesidad de buscar ayuda profesional.

Expectativas

No puedes esperar que una hermana mayor esté de guardia todo el tiempo para ayudar al bebé discapacitado visual. Si bien es una buena idea involucrarla a veces en su cuidado, eso no debe interferir con las diversiones de su propia infancia. Puedes pedirle que escoja una comida al día para colaborar con su manejo de las destrezas para alimentarse, o pedirle a tu hijo que de vez en cuando ayude a su hermanita a aprender a jugar con los juguetes.

Tus otros hijos necesitan la parte que les corresponde de tu tiempo. Trata de organizar un programa de salidas con ellos para hacer las cosas que les gustan especialmente. Fija una “cita para ir al cine” con tu hijo cada dos semanas – y déjalo elegir. Ve al partido de fútbol de tu hija con tanta frecuencia como puedas y hagan algo especial juntas en el camino de regreso.

Según sus edades, mantén a tus otros hijos al día en cuanto a las noticias de lo que está pasando con su hermana discapacitada visual, ya sea un nuevo procedimiento médico o la decisión acerca del centro preescolar al que va a ir cuando tenga tres años. Si bien no hay que recargarlos con los detalles, comparte con ellos tanta información como te parezca apropiada acerca de lo que está sucediendo o tal vez tenga lugar pronto, de modo que no los tome por sorpresa o los deje librados a la preocupación acerca de lo desconocido.

Si tu bebé recibe servicios de intervención temprana y tus otros hijos están en la primera infancia o son preescolares, pueden estar celosos cuando vengan personas a tu casa con lo que ellos creen que son estupendos juguetes y no consigan jugar con ellos. Habla con los profesionales que te visitan acerca de la manera en que pueden involucrar a tus otros hijos durante sus visitas domiciliarias. Si llevas a tu niño a un programa que tiene su base en un centro, pregúntale a los expertos que están allí en qué forma pueden hacer participar a tus otros hijos.

Tu niño mayor quizás sienta que es el único en el mundo que tiene una hermana discapacitada visual. Si estás en un grupo de padres o un programa de intervención temprana, conocerás gente que probablemente los pueda poner a ti y a él en contacto con otros chicos que estén en una situación similar, de modo que tengan oportunidad de comparar experiencias y aprender unos de otros.

Abuelos

La relación entre abuelos y nietos es con frecuencia muy especial. Pero puede ser difícil para tus padres saber cómo comportarse con un nieto discapacitado visual. Como los hermanos y hermanas, los abuelos llorarán por el nieto “normal” que esperaban. Probablemente, van a necesitar tu ayuda para entender la importancia de tratar a tu pequeña del mismo modo que a sus otros nietos -que ella necesita su amor y apoyo; que va a aprender a hacer las cosas que hacen otros niños, aunque de un modo diferente y que es una parte importante de la familia.

Si tú y el grupo familiar hacen usualmente cosas juntos, tales como pescar, hacer asado a la parrilla o compartir la preparación de la comida y la celebración de Acción de Gracias, no lo interrumpas porque tu hijo es discapacitado visual. Trata de ayudar a los otros miembros a aprender cómo incluir a tu hijo en actividades de las que han disfrutado juntos en el pasado. Tu equipo de intervención temprana, si trabajas con uno, puede sugerirte algunas estrategias. El personal de las organizaciones nacionales mencionadas en este sitio web y, por supuesto, otras familias, también pueden ayudarte.