No importa la edad de tu hijo, ya sea recién nacido, escolar o adolescente, enterarte de que tiene una discapacidad visual puede ser algo terrible que te afecte a ti y a toda la familia. Si experimentas una amplia gama de fuertes emociones y, también confusión, no estás sola. La mayoría de los padres de niños que tienen dificultades en la vista pueden recordar el día en que recibieron el diagnóstico de la afección visual de su niño, quién se los dijo y cómo les presentaron la noticia. Para muchos, la memoria puede alterarlos porque no estaban preparados para eso, no se los dijeron con delicadeza o no les informaron dónde encontrar ayuda. Pero hay muchas fuentes de apoyo y servicios para las familias cuyos hijos son discapacitados visuales, entre los que se incluyen otros padres y aquí puedes ponerte en contacto con ellos.