Dado que los recién nacidos duermen 15 horas o más por día, ¿cómo puede ser que siempre parezcan estar despiertos durante la mitad de la noche? Todos los bebés plantean un desafío a los padres cuando se trata de conseguir que adquieran un horario de sueño que también permita dormir a los otros miembros de la familia. Pero a medida que tu bebé se aproxime a su primer cumpleaños y después de este, sus patrones de sueño deberían volverse más normales o típicos. Es decir, puede hacer una siesta por la mañana o por la tarde, pero la mayor parte de sus horas de sueño deben ser las de la noche. La cantidad de veces que se despierta de noche debe disminuir también.

Algunos niños pequeños o que ya caminan y que son discapacitados visuales, tienen dificultades en lo que se refiere a un horario “normal” de sueño. Nadie sabe exactamente por qué les resulta tan difícil aprender a regular su sueño. Una creencia ampliamente difundida es que el bebé que tiene problemas para ver no observa los cambios de luz en el entorno como lo hacen los que ven. Puede ser que tu hijo no pueda ver cómo se pone el sol, lo que da la señal de la llegada de la noche que provoca reacciones de sueño en el cerebro. Hay estudios en curso para averiguar si el sistema visual estimula la producción de los elementos químicos que producen las reacciones que llevan a dormir. Otras teorías especulan sobre la vinculación de la percepción de luz con los ritmos del cuerpo que incluyen dormir y despertarse.

Cambiar los patrones de sueño

Aquí siguen algunas maneras de ayudar a tu bebé a desarrollar patrones de sueño normales.

Establece una rutina con respecto a la hora de ir a la cama. Una forma es sentarse con él todas las noches alrededor de la misma hora y leerle en voz alta o cantarle. La clave es hacerlo tranquilamente, lejos de los ruidos de otras actividades de la familia.

Trata de habituar a tu bebé a dormir solamente en su cuna o cama, en lugar de que haga una siesta en el sofá o en su corralito. Si empezó a dormirse contigo desde un principio, empieza a pasarlo a su propia cama tan pronto como te sientas cómoda con esa idea. Es importante que aprenda dónde se espera que duerma. Si sólo lo hace en la cuna, va a llegar a reconocer que cuando lo ponen allí es hora de dormir y que la cuna o cama es su “espacio” especial.

Si tu bebé se despierta durante la noche, trata de esperar un poquito antes de levantarlo para ver si puede calmarse y volver a dormirse. Todos los bebés se despiertan durante la noche y les lleva un cierto tiempo aprender a dejarse volver al sueño.

Si hace falta que te acerques a tu bebé durante la noche, usa una voz suave que lo calme y si tiene baja visión, mantén la habitación con una luz tenue. Pon todo lo que puedas necesitar -pañales, toallitas, mamaderas- cerca, de modo que no tengas que hacer ruido para encontrarlas.

Si tu bebé duerme varias horas sin interrupción, pero no de noche, trata de limitar la duración de sus siestas durante el día. Puede ser necesario que lo hagas en forma gradual, cortando 10 minutos cada semana. Aunque hay muchas diferencias entre los bebés, con frecuencia duermen tres veces durante el día, para llegar a un promedio total de cuatro a seis horas de siesta, hasta que tienen seis meses. Entre los seis y los nueve meses, pueden hacer una siesta sólo dos veces por día y el tiempo disminuye a un total de dos horas y media a cuatro. Cuando se acercan a su primer año, el tiempo que duermen durante el día puede bajar hasta ser dos o tres horas. A los dos años, un niño pequeño puede hacer una siesta una vez por día durante dos horas o menos. A los tres, la mayoría de los pequeños sólo duermen una vez durante el día con un promedio de una hora o algo así de sueño. Ten cuenta que si tu hijo toma alguna medicación, eso puede afectar su horario de sueño. Controla con el doctor qué puedes esperar con respecto a su horario de siestas.

Es más probable que un niño activo duerma regularmente. Manténlo ocupado lo más posible en actividades a lo largo del día así, cuando llegue la hora de la siesta o de acostarse a la noche, va a estar dispuesto a cerrar los ojos y dormirse.

A algunos niños con discapacidad visual les ayuda una dosis de melatonina, una sustancia natural que se produce en el cerebro y se piensa que está vinculada al sueño. Pregúntale al médico de tu bebé si esta u otra sustancia puede ser útil.

Finalmente, si la forma de dormir de tu bebé es irregular y estás recibiendo servicios de intervención temprana, lleva un registro de las horas que duerme y está despierto y comparte esa información con el equipo. Sus miembros, que han trabajado con una gran variedad de familias, pueden tener sugerencias útiles que tal vez no se te hayan ocurrido para conseguir que tu bebé adquiera un horario de sueño más regular.