Por Anne McComiskey

Supermercado desde la perspectiva de un agobiado comprador - los pasillos son borrosas

Muchos padres han dicho que algunos de los momentos más difíciles de la educación de un hijo ciego o con discapacidad visual tienen lugar en el supermercado. Con frecuencia los padres que se acercan con prisa al supermercado con un bebé, para comprar unos pocos artículos de primera necesidad, regresan con algo más que la leche. Los comentarios curiosos, y con demasiada frecuencia irreflexivos, que se realizan en la cola de las cajas del supermercado, y las preguntas en voz baja de los niños en la sección de frutas y verduras, pueden mandar a los padres a casa con una bolsa llena de sentimientos heridos y pensamientos tristes.

Todos tenemos que ir a la compra y debemos afrontar todos los demás detalles de la vida diaria. Este tratamiento de los detalles de la vida diaria requiere que los padres de los niños ciegos o con discapacidad visual se enfrenten a preguntas inesperadas, miradas y a menudo groseráas.

Los padres con experiencia han proporcionado algunos consejos y asesoramiento para los nuevos padres, quienes se hallan de pronto en esta situación delicada y a menudo dolorosa.

Algunas Opciones

  • Usted puede dejar a su bebé en casa. Buena opción cuando usted tiene prisa, cuando hay una niñera disponible o cuando uno necesita tiempo para sí mismo. Pero su hijo necesita la experiencia de comprar en el supermercado, tanto como la familia necesita los alimentos.
  • Usted podría ignorar a los clientes curiosos. Pero esta opción no hará que aumente la comprensión de la gente hacia los niños que ven de un modo distinto.
  • Usted podría abordar la situación como si fuera un maestro. Enuncie los hechos de forma sencilla y positiva. Puede ser útil recordar que las personas hacen preguntas porque no entienden lo que ven. Están ignorándoles o apartando la vista porque no se les ha dicho qué reacciones pueden ser más compasivas y útiles, y callan las preguntas inocentes de sus hijos con balbuceos incómodos y miradas rápidas, porque no saben cuál es la respuesta apropiada.

Generalmente las personas no tratan de ser impertinentes u ofensivas. A continuación figuran algunos consejos brindados por padres y maestros con experiencia:

1. Recuerde que usted no tiene que entablar conversación. Puede decidir ignorar a la persona o decirle que usted realmente no puede hablar.

2. Mantenga su sentido del humor. Le mantendrá cuerdo. “¿De verdad? ¿Usted cree que le pasa algo en los ojos?????###***!!”

3. Usted no tiene que decir la verdad. ¡Imagíneselo! Puede decirle a los desconocidos lo que usted desee. “Sí, ella está dormida”, “Ah, probablemente son gases”. “El tiene 4 meses”.

4. Usted puede fingir que simplemente no entiende la pregunta.

5. Usted puede restringir la conversación finalizándola. Decir algo como: “Le agradezco su interés, pero estoy memorizando mis versos mientras espero en esta cola”, podría funcionar.

En aquellos días en los que usted se sienta con ganas de comportarse como un maestro, aquí tiene algunas sugerencias: 1. Elabore una “historia” sencilla acerca del problema visual de su hijo. Escríbala y practíquela hasta que la pueda repetir tranquilamente. (Es importante que su hijo(a) también escuche esta historia, puesto que él(ella) deberá poder contar la “historia” a medida que vaya creciendo).

2. Siempre que sea posible, refiérase a su hijo(a) utilizando su nombre propio, lo que ayudará a la gente a concentrarse en la idea de que usted está hablando acerca de un niño y no de una discapacidad que tiene a una persona pegada.

3. Finalice la breve explicación con un hecho sobre lo que a su bebé le gusta o puede hacer. Por ejemplo: “Timmy tiene un problema visual que hace que sus ojos giren y no ve bien algunas cosas. Le fascina cantar ‘When You’re Happy and You Know It’, y acaba de empezar a pintar con los dedos. Gracias por preguntar”. 4. Si la gente le hace más preguntas inquisitivas, sugiérales que visiten la página de FamilyConnect.org, para aprender más acerca del tema. Deje que FamilyConnect les instruya cuando usted esté demasiado cansado.

Recuerde que su comunicación hace que usted tenga el control y que no es correcto que alguien le trate de manera insolente o les maneje a usted o a su hijo(a) sin su permiso.

Haga lo que haga e independientemente de cómo sean sus experiencias en el supermercado, recuerde que usted siempre tendrá otra ocasión para repetirlas.