Cuanto antes el niño aprende a presentarse a sí mismo a los demás, mejor. El presentarse a una persona o a un grupo de personas abre la puerta para acceder a conversaciones y relaciones.

Si la deficiencia visual de su niño es notable, es posible que la gente en general no sepa cómo integrar a su hijo, incluso si están interesados en hablar con él. En lugar de esperar a que las otras personas interactúen con él, se le debe enseñar a relacionarse con ellos.

Cuando su hijo se presente a los otros niños, se le puede enseñar a decir alguna variación de “¡Hola!” y a dar su nombre. Él les puede preguntar a los demás sus nombres.

Para continuar la presentación, su niño les puede preguntar lo que están haciendo o cómo están. El objetivo es iniciar una conversación y / o empezar a interactuar juntos a través del juego. Esto se realiza mediante la búsqueda de similitudes o puntos en común: ya sea mediante la elección de una conversación que ambas partes encuentran interesante (en base a la ubicación o a los juguetes que el niño ha elegido para el juego) o mediante la participación en una actividad que sea agradable para las dos.

Cuando su niño se presenta a un adulto, se le puede enseñar a decir “¡Hola!” y preguntar “¿Cuál es su nombre?” mientras que extiende su brazo para darle la mano. Para evitar cualquier confusión, también puede decir, “Le voy a dar la mano” o “me gustaría darle la mano” y “encantado de conocerle”. El sentirse cómodo dando la mano o hablando con personas adultas, le ayudará a su hijo a desarrollar confianza en sí mismo en situaciones sociales y a estar preparado para conocer y saludar en situaciones de búsqueda de empleo y a lo largo de su vida adulta en general.

Comience a enseñarle a su hijo a presentarse a personas conocidas mientras juega a través de los juegos de simulación. A medida que gana confianza a través de la repetición, dele la oportunidad de practicar presentarse a las personas poco conocidas dentro de entornos familiares. Tal vez él pueda presentarse a los nuevos vecinos o amigos en su casa, o saludar a los invitados en los servicios religiosos. ¡No se olvide de modelar el presentarse usted mismo apropiadamente a tantas personas como sea posible, y asegúrese que su hijo esté cerca para que lo escuche!

Cuando su hijo se relacione con sus compañeros y adultos, lo verán como una persona segura, amigable y socialmente competente. Consecuentemente, otros lo tratarán como tal. Lo más probable es que lo incluyan en las conversaciones y actividades y típicamente será tratado con admiración.

El plan didáctico de CareerConnect de la Fundación Estadounidense del Ciego titulado Cómo presentarse, aunque está pensado para adolescentes y adultos, contiene información y actividades que posiblemente usted pueda adaptar al nivel de madurez de su hijo.