Con una enorme sonrisa en su rostro, Maddie, de cuatro años, bajó del ómnibus sujetando con firmeza un trozo de papel braille y saludó a su tía. “¿Quieres oír mi cuento, tía Connie?” En cuanto entró, los dedos de Maddie se movieron sobre el braille, mientras leía la historia que le había dictado a su maestra de estudiantes con discapacidad visual: Scamper Scamper es un conejito. Yo lo amo. Scamper come zanahorias. Me encantan las zanahorias. Amo a mi conejito Scamper. Mi conejito Scamper me ama a mí. Es necesario que todos los niños desarrollen las técnicas de alfabetización, es decir, la capacidad de leer y escribir. El desarrollo de la alfabetización empieza mucho antes del tercer cumpleaños de tu hijo. Durante los años preescolares, cada vez tomará más conciencia y se interesará más en la letra impresa o en braille y va a empezar a darse cuenta de la conexión entre las palabras escritas y la representación de pensamientos. Para cuando entre al jardín de infantes, puede estar dictando cuentos como lo hizo Maddie. Esta niña se sintió motivada por la idea de contar una historia con sus propias palabras y cuando la maestra se la leyó, se la aprendió de memoria. Sabía lo suficiente sobre el sistema braille como para mover sus dedos sobre la página y simular que la leía y al hacerlo reconoció algunas palabras, tales como “yo” y “amo” que había usado en cuentos anteriores en preescolar y en casa. Con el tiempo y la práctica, Maddie aprenderá a leer todas las palabras de su relato. Cualquiera que sea el sistema de lectura de tu hijo: letra impresa, braille o los dos—o sea, un niño que lee tanto letra impresa como braille—hay muchas formas en las que puedes fomentar su amor por leer y escribir.
  • Ten libros para tu niño en casa y léele con frecuencia. (Ver las sugerencias para elegir libros en Leer y hacer libros táctiles con tu hijo). Existen libros con letras impresas comunes y en braille al mismo tiempo, para los pequeños que probablemente tengan que recurrir a este último sistema. Puedes leerle el texto impreso, en tanto lo estimulas a pasar sus dedos sobre el braille. Estos libros se prestan gratuitamente en el Servicio Nacional de Biblioteca para Ciegos y Discapacitados Físicos o se pueden comprar en organizaciones como Seedlings e Imprenta Nacional Braille (National Braille Press), o es posible que el maestro especializado de tu niño pueda facilitárselos.
  • Piensa en la posibilidad de aprender un poco de braille tú misma, de modo que puedas ayudar a tu hijo en la lectura y escritura. Hay varias maneras gratuitas de hacerlo, entre las que se incluyen cursos por correspondencia de la Escuela Hadley para Ciegos y el sitio web Dots for Families (Puntos para familias). No hace falta que aprendas todo el código braille, pero considera por lo menos la posibilidad de dominar el alfabeto.
  • Anima a tu hijo a que te dicte cuentos con los que puedan hacer libros juntos. Puedes escribir la historia en tinta o braille y él puede ilustrarla con dibujos, o puedes recoger objetos para pegarlos en las páginas (Ver Ayudar a tu hijo a aprender acerca de la lectura y la escritura).
  • Dale a tu hijo motivos para leer y escribir. Juntos, hagan una lista de la compra para llevar al supermercado, escriban las invitaciones para su cumpleaños o redacten una carta para uno de los abuelos.
  • Pon etiquetas en las cosas de la casa que sean importantes para tu niño. Puedes poner su nombre en la puerta de su dormitorio o la palabra “bloques” en la parte exterior del recipiente donde guarda los que se usan para construcciones. Haz que tu letra sea legible y no escribas sobre un fondo con dibujos. Para la mayoría de los niños con baja visión, la letra negra sobre una base blanca funciona mejor. Si tu hijo va a leer braille, puedes aprender a hacer las etiquetas en este sistema.
  • Señálale los carteles impresos que encuentres en la comunidad, especialmente cuando tenga sentido para tu niño. Cuando estás en una juguetería, muéstrale las etiquetas con los precios que dicen cuánto cuesta su nuevo juego. En un restaurante, señala el menú que te informa sobre los platos que puedes elegir y en el centro comercial comenta los carteles que hay encima de cada tienda. Cuando sea posible, haz que se acerque a las ilustraciones y a la letra impresa, de modo que él también pueda verlos. O muéstrale el braille en cualquier momento que lo veas en la comunidad: en un ascensor, en un menú, o junto a una puerta.
  • Para que leer y escribir tengan sentido para tu niño, tiene que comprender las cosas sobre las que está leyendo o escribiendo. (Ver Leer y hacer libros táctiles con tu hijo). Como Maddie, la niña que está en la primera viñeta, tiene un conejito, un libro de la biblioteca sobre estos animalitos va a tener sentido para ella, pero podría no ser así en el caso de un chico que no tenga una mascota. Cuantas más experiencias viva tu niño, más conceptos va a entender de los libros que lea.
  • Si emplea una lupa para ver las cosas que están cerca o un monocular para ver lo que está lejos, estimúlalo a practicar el uso de estos dispositivos de baja visión para mirar palabras, así como ilustraciones, dinero y otros objetos en el entorno.