La clase de segundo grado de Kayla salió del comedor y fue al recreo. Una vez que estuvo fuera, la niña caminó siguiendo el límite del patio de juegos con su bastón en la mano. Aunque algunas veces se detuvo para escuchar los pequeños grupos de chicos que jugaban, nunca les preguntó si podía unirse a ellos. Los otros no parecían darse cuenta de que estaba allí.

La experiencia de Kayla en el patio no es algo inusual. Muchos niños tienen dificultades para hacer amigos, pero además, sin los indicios visuales que los otros chicos usan para interactuar, los que son ciegos o deficientes visuales a veces necesitan ayuda extra para saber cómo empezar. Pensemos en una situación diferente:

Joshua llegó temprano a la escuela y se unió a los niños que estaban tomando el desayuno en el comedor. Mientras se sentaba junto a la mesa que le correspondía, oyó a algunos de sus compañeros que se saludaban. Joshua dijo en voz alta: “¡Eh! ¿Alguien vio a ‘Los Simpsons’ anoche? ¡Chico! La parte en que Bart saca una A en su prueba fue realmente cómica!” Alberto, que estaba sentado justo al lado de Joshua, pareció incómodo al decir: “No sabía que tú podías ver televisión. Quiero decir…” “Seguro que puedo,” contestó Joshua. “Puedo entender un montón por las voces y los sonidos y algunos programas tienen una banda con descripción especial que me dice lo que está pasando. ‘Los Simpsons’ es mi programa favorito. ¿Cuál es el tuyo?” Pronto todos los chicos se estaban riendo.


Fabian y su amigo corren

Amigos en clase, en el almuerzo y en el patio de juegos, estos dos son inseparables. Se buscan mutuamente y disfrutan con los mismos juegos y viendo los mismos programas de televisión.


Consejos para promover las amistades

La mayoría de la gente y los adultos son un tanto sociables por naturaleza y si nuestro niño es capaz de formar relaciones permanentes, eso contribuye en forma importante a su desarrollo global. Sin embargo, tu hijo con discapacidad visual puede necesitar tu ayuda y la de otros miembros de la familia para aprender a lograr amistades y mantenerlas. Hay muchas cosas que puedes hacer para facilitar su socialización con otros chicos de su edad:

  • Averigua qué tipos de actividades, libros y programas de televisión están de moda entre los niños de la misma edad que el tuyo y muéstraselos en casa. Si se familiariza con las cosas con las que los demás disfrutan, se va a sentir más cómodo cuando participe en una conversación con ellos y va a tener temas a los que pueda recurrir para empezar una charla que le interese a otro chico.
  • Vivimos en una sociedad que a menudo juzga a la gente por su apariencia. No hace falta que estés de acuerdo con la idea para darte cuenta de que es más probable que otros niños alternen con el tuyo si se viste y actúa como los demás. Si prestas atención a la ropa y peinados de los otros chicos de su edad, puedes ayudarle a encajar en el grupo.
  • Alienta a tu hijo a invitar a uno o dos compañeros a tu casa. Puede ser más fácil para él seguir el desarrollo de una situación social y responder a los otros chicos si el grupo es pequeño y si está familiarizado con el lugar. Debes estar preparada para hacer algunas sugerencias si tu hijo necesita ayuda para decidir qué pueden hacer. Quizás te sea posible involucrar a los chicos en un proyecto de arte o en algún juego. Si tu niño se maneja bien socialmente, entonces apártate y dale un poco de espacio para interactuar con los demás.
  • Un niño que es discapacitado visual con frecuencia toma la posición de necesitar ayuda. Estimula a tu hijo a pensar que siempre puede colaborar con los demás a fin de corresponderles. Si es bueno en matemáticas, por ejemplo, puede ofrecer ayuda a otro estudiante con su tarea. Pero evita que tu hijo les dé cosas como galletitas, caramelos o juguetes a modo de agradecimiento; les puede parecer un soborno con respecto a su amistad. A veces, decir “gracias” es todo lo que se necesita.

La práctica es importante

Dado que los chicos que ven bien generalmente aprenden cómo interactuar en situaciones sociales observando y copiando a los demás, es posible que no siempre nos demos cuenta de que se pueden enseñar y aprender las destrezas sociales específicas: por ejemplo, cómo dirigirse a amigos potenciales, cómo preguntar y responder en una conversación y qué clase de gestos hay que usar cuando se habla o escucha. Como con muchas áreas del desarrollo, a tu hijo puede resultarle necesario practicar técnicas sociales como éstas a fin de dominarlas realmente.

  • Haz juegos con él en los que representen la manera de dirigirse a otro niño con el que le gustaría establecer amistad. Pueden turnarse al actuar como tu hijo y el nuevo amigo, y practicar diferentes formas de iniciar y mantener una conversación. Dale retroalimentación realista sobre lo que está haciendo.
  • Usa también este juego para practicar largas conversaciones con otros chicos. Proporciona a tu niño sugerencias acerca de cómo seguir hablando con otra persona, tales como decir “Ajá” para mostrar que estás atendiendo y hacer preguntas acerca de lo que la otra persona dice. Proporciónale oportunidades de hablar con otros miembros de la familia y con amigos. Anima a estas personas a darle su opinión sobre la forma en que lo está haciendo, qué está bien y en qué puede mejorar.
  • Enseña a tu hijo el lenguaje corporal, como mirar a alguien de un modo alerta, relajado y amistoso y coméntale cómo y cuándo la gente usa esto y los gestos para comunicarse y alternar. Tu niño puede perder la oportunidad de interactuar con los demás porque no ve sus sonrisas, los saludos con la mano, movimientos de la cabeza o guiños. Practiquen estos gestos no verbales juntos, de modo que los entienda mejor.
  • Apártate cuando tu hijo tenga oportunidad de interactuar con otro chico de su edad. Después, cuando ustedes dos estén solos, coméntale si estuvo bien o qué podría haber sido diferente. Quizás veas que con esta retroalimentación es capaz de aprender a controlar sus propias interacciones sociales.

Con el foco en los intereses comunes

Al igual que los adultos, los chicos tienden a acercarse a aquellos con los que tienen intereses comunes. Piensa en tus propios amigos durante un minuto y tal vez te des cuenta de que, en muchos casos, esa amistad comenzó porque tenían algo en común. Es probable que tu hijo, del mismo modo, logre una verdadera amistad si comparte algo con esa persona. Por lo tanto, ayúdalo a encontrar qué le gusta hacer que pueda realizarlo con otros. Si a tu hijo le agradan los animales, quizás ofrecerse como voluntario en el refugio local de mascotas, con otros chicos de su edad, le dé una manera de establecer una nueva amistad. Si le gusta leer ciencia ficción, entonces un compañero con la misma afición pueda estar dispuesto a venir a tu casa a ver el último video basado en un libro de un autor popular.

Con tu estímulo y un poco de práctica, tu hijo puede disfrutar la recompensa de alternar y tener amigos. Si puedes proporcionarle oportunidades de reunirse con otros chicos de su edad, va a tener ocasión de practicar sus destrezas sociales y también lo puede pasar muy bien.