Ya sea que la discapacidad visual de tu hijo se haya desarrollado en forma gradual o se haya producido repentinamente como resultado de un accidente o de una enfermedad, puedes estar experimentando una amplia gama de sentimientos. Aquí te presentamos algunas cosas para tener en cuenta:

En primer lugar, tu niño es un niño. Procura que su discapacidad visual no se apodere de su vida ni de la tuya. Puede estar asustado, enojado, deprimido, triste o inseguro y al mismo tiempo, lleno de esperanzas de que su problema ocular se puede arreglar o, simplemente, va a desaparecer. Puede ser que tú tengas las mismas inquietudes. No es una reacción inusual sentirte como en una montaña rusa emocional.

Si tus emociones están eclipsando otros aspectos de tu vida—las relaciones con tu marido, tu paciencia con los niños, tu desempeño en el trabajo— piensa en la posibilidad de hablar con un asesor o unirte a un grupo de apoyo. Podrías encontrar útil ponerte en contacto con otras familias que han pasado o están en medio de la misma situación que tú. Puedes usar el tablón de anuncios de FamilyConnect para compartir tus pensamientos con otros padres y, posiblemente, recibirás buenos consejos.

En lo posible, continúa haciendo las cosas que siempre te han servido para relajarte, ya sea hacer jogging durante una media hora por la mañana, reunirte con tu hermana a comer una vez por semana o leer el diario después del trabajo.

Tus otros hijos y tu esposo o compañero también necesitan tu atención. No postergues las relaciones con los demás porque te estás preocupando por la discapacidad visual de tu hijo. Tal vez, encuentres que otras personas te pueden proporcionar apoyo cuando hablas de tus sentimientos.

A veces tus sentimientos pueden no ser positivos

Algunos acontecimientos, como una visita al oftalmólogo, pueden hacer que la discapacidad visual de tu hijo ocupe el primer plano en tus pensamientos. Si adviertes que estás enojada, triste o deprimida, dedica un tiempo a llorar—es natural. Pero luego, si te resulta posible, trata de planificar lo que tú y tu niño pueden hacer para convertir lo negativo en positivo. Si él está luchando con la lectura, organízate a fin de tener un rato por las tardes para practicar juntos el braille, o si está perdiendo la vista, ponte en contacto con el instructor de orientación y movilidad (OyM) de su equipo educativo para que te dé algunas sugerencias de lo que puedes hacer para ayudarlo a usar el resto visual cuando están fuera de la casa juntos, en el entorno de la comunidad.

  • Ahora que tu niño es mayor, es probable que tenga más conciencia de los sentimientos de los demás. Conversa abiertamente con él acerca de sus reacciones con respecto a la discapacidad visual y de lo que puedes estar sintiendo tú también. Lo mismo es válido con los demás miembros de la familia. Si tienes otros hijos, es posible que experimenten sentimientos relacionados con la vergüenza, con sentirse que los dejan fuera o con el hecho de no recibir suficiente atención en relación con su hermano que es discapacitado visual. Si están dispuestos a hablar, escúchalos con atención y comparte también tus pensamientos con ellos.

  • Continuarás encontrándote con gente que no puede entender la condición visual de tu hijo, de modo que van a necesitar que los eduques un poco con explicaciones o información sobre ti misma y sobre él. Pero a veces puede ser cansado tener que estar siempre aclarando cosas. De vez en cuando, permítete tomarte un día libre en tu función de relaciones públicas.

  • Reconoce que habrá cosas relacionadas con tener un hijo con discapacidad visual que siempre podrán causarte estrés. Por ejemplo, puedes enojarte cuando oyes a algunos de los niños del barrio llamarlo “cuatro ojos” o darle algún otro nombre no tan grato. En momentos como ésos, es posible que te sientas emocionalmente confundida. Trata de recordarte a ti misma que todos los padres tienen fuertes sentimientos con respecto a sus hijos y que también hay oportunidades en las que desearían que fueran diferentes, ya sea más cariñosos, más organizados o mejores estudiantes en la escuela. En momentos como ésos, puede ser útil que te concentres en tu amor y ternura por él y que pases algún rato con amigos que te apoyan mucho.