Chelsea, de 16 años, es una activa estudiante de tercer año de la escuela secundaria. Es tesorera de su clase y también voluntaria en el refugio local de animales. Nació con albinismo; su agudeza visual con corrección es de 20/200 en ambos ojos; y su campo visual es prácticamente normal. Aún antes de comenzar la secundaria, ella y su instructora de orientación y movilidad (OyM) empezaron a hablar sobre la posibilidad de que pudiera conseguir una licencia de conducir.

El año pasado, Chelsea y sus padres viajaron más de 300 kilómetros para ver a un optómetra que se especializa en el trabajo con personas que tienen baja visión. Esa fue la primera vez que tuvo oportunidad de probar un telescopio bióptico. ¡Se quedó asombrada cuando vio que podía leer la letra pequeña de un póster que estaba al otro lado de la sala! Ahora, tiene un par de biópticos y está trabajando con un instructor de una escuela de conductores para aprender a usarlos con eficacia y sin riesgos.

¿Qué son los biópticos?

Los biópticos son anteojos especialmente diseñados, incorporados a las lentes de las gafas comunes que tienen la prescripción del usuario para ver a una distancia regular. Se han modificado los anteojos para que sean “portadores” de un telescopio miniatura. No todas las personas con baja visión pueden usarlos. El telescopio permite a quien los lleva ver objetos de lejos, cuando inclinan ligeramente hacia abajo la cabeza, para cambiar la dirección de la mirada y en lugar de mirar las cosas a través de los lentes comunes, lo hacen a través del telescopio para lograr una imagen ampliada. Se los utiliza durante menos de 5 % del tiempo en que se maneja el auto y sólo durante unos pocos segundos por vez.

Si la agudeza visual de tu hijo está entre 20/50 y 20/200 y tiene campos visuales casi normales, puede aprender a manejar un auto usando biópticos—también llamados sistemas telescópicos biópticos (BTS). El primer paso es consultar a un oftalmólogo o a un optómetra especializados en baja visión. Si se confirma que ve lo suficiente como para ser conductor con baja visión, va a necesitar mucho entrenamiento y práctica a fin de aprender a ser un conductor que no genere riesgos y que use este dispositivo especial.

Las sugerencias siguientes pueden ayudarte a preparar a tu hijo para ser un conductor con baja visión:

  • Haz que se ponga en contacto con el Departamento de Vehículos a Motor del estado, para averiguar los requisitos para conducir con baja visión.
  • Si tu hijo adolescente usa un monocular o telescopio de mano, anímalo a emplearlo con más frecuencia—por ejemplo, en el camino a la escuela o cuando va de compras—para leer carteles a una cierta distancia u observar el tráfico que se aproxima. Cuanta más destreza tenga y más familiarizado esté con este tipo de dispositivos, más fácil le va a resultar aprender a usar un sistema telescópico bióptico.
  • Habla con el instructor de OyM de tu hijo para que te dé ideas acerca de cómo puedes ayudarlo a ser un transeúnte más precavido. Este especialista te puede sugerir ideas acerca de la manera de tener conceptos más claros en relación a los desplazamientos, tales como manzanas, cruce de calles, flujo de tráfico, tipos de intersecciones y conducción en una carretera en contraposición a hacerlo en el pueblo o ciudad.
  • Cuando tú u otro adulto está manejando, haz que tu hijo se siente detrás del conductor y que describa lo que ve. Ayúdale a tener más conciencia de cómo se requiere que el conductor cambie la perspectiva para saber en todo momento qué está sucediendo frente al auto, hacia delante a una distancia grande, a cada lado y detrás.
  • Anímalo a hablar con otros conductores con baja visión acerca de cómo aprendieron a usar los biópticos y quizás le den algunos consejos útiles sobre aspectos en los que una persona con vista normal no hubiera pensado forzosamente.

Mucha gente joven está ansiosa por superar las limitaciones de la baja visión y llegar a tener licencia como conductores. El desarrollo de las destrezas necesarias para lograrlo exige dedicación. Trabaja con otros miembros del equipo educativo de tu hijo para ayudarlo a hacer las averiguaciones y prepararse para manejar. Si finalmente decide que las exigencias de la conducción con baja visión son demasiado difíciles, se habrá beneficiado igualmente con sus experiencias. Las destrezas y conceptos que adquiera con tal práctica, posiblemente lo conviertan en un transeúnte con más conocimientos y más seguro.