dos hermanos en un vehículo de golf

Estos dos hermanos, durante unas vacaciones de la familia, van a dar una vuelta en este vehículo de golf. Ella le da algunas indicaciones mientras él vive la experiencia de “manejar”.


Cuando los chicos llegan a la adolescencia, tienden a pasar menos tiempo con la familia y tienen más interés en estar con los amigos. Esto es una fase típica de esa edad, buscan su propia identidad e independencia y ponen el foco en la amistad y las citas. Puedes observar, por lo tanto, que tu hijo adolescente es más reacio que antes a participar en las actividades de la familia.

A continuación te presentamos algunas sugerencias para alentarlo a participar en las reuniones familiares:

Haz que tu hijo participe en la planificación. Si estás pidiendo pizza y consiguiendo algunos DVDs para ver, pregúntale qué película le interesa y dale la responsabilidad de encargar la comida. O, cuando estés planeando un viaje de fin de semana a la playa con el grupo familiar, pídele que asuma la responsabilidad de encontrar por Internet un hotel al alcance de tu presupuesto. Estas son oportunidades en las que puede divertirse con la familia y también practicar un poco el uso de tecnología de apoyo y otras destrezas, al mismo tiempo que mejorar en los aspectos sociales.

Procura que tu hijo invite a un amigo para que vaya con ustedes a ver una obra de teatro o a visitar un museo o al centro comercial. Al verlo interactuar con otro chico podrás tener idea de sus destrezas sociales. Tú, a tu vez, estarás en condiciones de brindarle una retroalimentación realista de lo que funciona y de lo que no sirve cuando se trata de interacciones sociales con otras personas de su edad.

Inclúyelo en actividades que tal vez no sean plenamente accesibles para él. Si tienes otros hijos que quieren hacer algo muy visual, como ir a un recital de danza o a un partido de fútbol, pídele que vaya con ustedes—y ve preparada para describirle todo el tiempo lo que está sucediendo. Si no está muy entusiasmado con la idea, sugiérele que se lleve algo—un libro o un reproductor de MP3—que pueda leer o escuchar durante parte del tiempo. Procura que logre un equilibrio entre la cantidad de tiempo que dedica a la actividad alternativa y a participar en lo que hace la familia.

A veces, deja el auto en casa cuando la familia sale de excursión o va a visitar parientes. En lugar de conducir, toma el transporte público—un ómnibus, el subterráneo o el tren, o hazlo llamar un taxi. Estas oportunidades le dan a tu hijo adolescente la oportunidad de practicar las destrezas que necesita para usar otras formas de transporte y desplazarse con independencia. Esto también les refuerza a él y a sus hermanos, el mensaje de que manejar no es esencial para ir de un lugar a otro.

Si tu muchacho usa instrumentos auxiliares ópticos, como un monocular para ver cosas de lejos, aliéntalo a hacerlo en todas las oportunidades en que esto pueda ayudarlo a participar más plenamente en las actividades de la familia. Por ejemplo, el partido de fútbol de su primo le va a resultar más interesante si puede ver realmente parte de la acción. Ten en cuenta, sin embargo, que puede sentirse avergonzado de usar el dispositivo óptico en público. Si pasa eso, sigue animándolo a usarlo; explícale lo útil que puede ser para ampliar su experiencia del mundo que lo rodea, pero trata de lograr un equilibrio y no te pongas gruñona.