Juntos, el niño y su terapeuta del habla, usan el lenguaje de señas Juntos, el niño y su terapeuta del habla, usan el lenguaje de señas mientras hablan sobre un libro que el niño ha creado, donde muestra fotos de él haciendo cosas que le gustan.

Los niños con sordoceguera – también conocido como pérdida sensorial dual o pérdida auditiva y visual combinada – tienen una disminución, tanto de la audición como de la vista.

En realidad, son pocos los niños que son considerados sordo-ciegos, que realmente son totalmente ciegos o sordos. La mayoría de estos niños tienen un poco de visión o audición utilizable, o un poco de ambas. El momento en que se produce la pérdida de uno de estos dos sentidos, hace una gran diferencia.

Si su hijo ya ha aprendido a entender o a hablar un poco del lenguaje, antes de que se produzca la pérdida auditiva, le será más fácil seguir aprendiendo el lenguaje, aun cuando el aprendizaje se realice de otra forma, como por ejemplo, mediante el lenguaje de señas. Si su hijo pierde la vista después de haber aprendido a movilizarse y después de haber adquirido experiencia visual de ciertos conceptos, entender estos conceptos y aprender métodos alternativos de lectura y escritura, como el uso del braille por ejemplo, será más fácil.

Las necesidades de los niños con sordoceguera varían, pero para la mayoría, los mayores desafíos a los que se tienen que enfrentar tienen que ver con la comunicación – tanto para comprender lo que otras personas están intentando decirles, como para encontrar una forma de expresar sus propios pensamientos. El impacto de la sordoceguera puede reducirse al comprender cómo ayudar a su hijo a aprender sobre su cuerpo, otras personas y sobre el mundo que le rodea.

Es importante recordar que los niños con sordoceguera no pueden entender las cosas, a menos que las experimenten ellos mismos. No pueden aprender fácilmente mediante la observación o mirando imágenes en un libro. Por lo tanto, la participación de su hijo en todos los pasos de una actividad o rutina le ayudará a captar mejor la información.

Por ejemplo, si le va a preparar huevos revueltos para el desayuno, su hijo le puede ayudar a sacar el cartón de huevos de la nevera, a sacar el huevo del cartón, a romperlo, a batirlo, a ponerlo en la sartén; su hijo puede escuchar el huevo chisporroteando en la sartén, le puede ayudar a revolverlo y a servirlo en su propio plato. De esa manera, su hijo aprende lo que significa cocinar y que la comida no aparece en la mesa como por arte de magia. Usted será su mejor maestro porque lo conoce mejor que nadie.

El uso de gafas y audífonos o de implantes cocleares es importante para los niños con sordoceguera; el uso de estos dispositivos debe comenzar tan pronto como se realice el diagnóstico. Por lo general, cuanto más pronto su hijo aprenda a usar su visión y audición restantes, así como su sentido del tacto, más rápido progresará.

Para obtener más información sobre la sordoceguera, visite la página “Families Matter” (Las Familias Cuentan) del Centro Nacional de Sordoceguera (National Center on Deaf-Blindness). En esta página podrá encontrar programas ofrecidos en su estado y mucho más.