¿Qué es la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética es una afección del ojo causada por la diabetes tipo 1 y tipo 2. Si la glucosa en la sangre no está bien controlada de forma sistemática, los vasos sanguíneos de la retina (tejido nervioso sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo) se hincharán y se producirán fugas; se cerrarán y desproveerán de nutrientes a la retina; o nuevos vasos sanguíneos crecerán de forma anormal a lo largo de la superficie de la retina.

La retina contiene células fotorreceptoras que convierten la luz entrante en impulsos eléctricos, los cuales son transportados al cerebro e interpretados como imágenes visuales. Existen dos tipos de células fotorreceptoras; los bastones, los cuales cubren de forma más densa la parte periférica de la retina y son responsables de la visión periférica y de la visión en condiciones de poca luz; y los conos, los cuales cubren de forma más densa la parte central de la retina y son responsables de la percepción del color, la agudeza visual aguda (visión detallada) y de la visión central.

La retinopatía diabética puede deteriorar tanto los bastones como los conos, dependiendo de la ubicación y gravedad de los daños sufridos por los vasos sanguíneos. Si la diabetes no es controlada, o no es controlada de forma sistemática, el deterioro progresa con el tiempo y puede conllevar a la ceguera total.

¿Cómo se diagnostica la retinopatía diabética?

Es imprescindible que su hijo no espere a experimentar alteraciones en la visión para realizarse un examen ocular. La retinopatía diabética provoca daños a la retina mucho antes de que la vista se deteriore.

Inmediatamente después de un diagnóstico de diabetes, su hijo debe ser visto por un oftalmólogo y evaluado con un examen ocular con dilatación para determinar si existe la presencia de retinopatía diabética; debe también ser examinado de forma rutinaria, según las recomendaciones de su oftalmólogo.

El oftalmólogo examinará las retinas para determinar si hay signos de retinopatía, entre ellos, vasos sanguíneos con fugas, tejido cicatricial, depósitos de grasa y desprendimiento parcial o total de la retina.

Es posible que niños de edad escolar sean diagnosticados con retinopatía diabética; no obstante, en la mayoría de los casos de retinopatía diabética infantil, esta enfermedad se diagnostica alrededor de la edad de la pubertad.

¿Existe algún tratamiento para la retinopatía diabética?

Actualmente no existe ningún método para restaurar la pérdida de la vista provocada por la retinopatía diabética; no obstante, la visión se puede estabilizar mediante el control de la diabetes; las fugas de los vasos sanguíneos se pueden sellar mediante la cirugía láser; y el humor vítreo (sustancia viscosa que rellena el centro del ojo), que se mezclado con sangre, puede ser reemplazado con una solución salina.

¿Cómo describiría Ud. la vista de alguien con retinopatía diabética y cómo afectará a mi hijo?

Antes de hablar sobre el impacto que la retinopatía diabética puede tener sobre la vista, es importante entender el impacto que la retinopatía diabética puede tener sobre la persona a nivel emocional. Lo más probable es que su hijo esté pasando por la pubertad (la cual, por sí sola, es una etapa muy turbulenta de la vida) cuando escuche por primera vez, “Tienes pérdida permanente de la vista y podrías quedarte ciego”. Anime a su hijo a aceptar el miedo, la ira y el dolor, en vez de suprimir estos sentimientos; anímelo a conectarse con otros adolescentes o adultos con retinopatía diabética; y a recibir terapia profesional. Efectivamente, hay vida más allá de la pérdida de la vista, pero primero hay que sobrepasar las diferentes etapas de la pérdida y el dolor (las cuales se repetirán si la vista se deteriora notablemente) y dejar que el tiempo sane, para que la familia se dé cuenta de ello.

Típicamente, la retinopatía diabética se manifiesta mediante la visión fluctuante, pérdida de la visión detallada o aguda, puntos ciegos o la pérdida de la visión cromática. Si la diabetes no se controla de forma sistemática, su hijo puede llegar a quedarse totalmente ciego.

Si su hijo ha experimentado fluctuaciones en la visión, tendrá dificultades en confiar en su visión útil. Le será difícil entender (y explicar a los demás) lo que puede o no puede ver. Además, su hijo tendrá que estar preparado para utilizar una variedad de tecnología asistencial; utilizar iluminación dirigida cuando sea necesario; trasladarse a un asiento preferente; y para solicitar o rechazar adaptaciones y asistencia.

Si su hijo ha perdido la visión aguda / detallada, le será difícil reconocer las caras y las expresiones faciales, acceder a información escrita en un pizarrón o en la pared de un salón de clases, ver a un orador o alguna actuación o presentación, leer la letra impresa y realizar tareas visuales que requieren detalle fino, como enhebrar una aguja. Con el fin de utilizar la visión que le queda de la forma más eficaz, su hijo puede recibir instrucción y aprender a incrementar el contraste del entorno, a incrementar el contraste de la letra impresa mediante el uso de un CCTV o de un sistema de ampliación de pantalla; puede también aprender a incrementar el tamaño de la letra impresa mediante el uso de una lupa, y a incrementar la luminosidad en su área de trabajo mediante el uso de luz dirigida. Además, para una visualización óptima, es importante que su hijo adolescente se siente en un asiento preferencial del salón, ya sea cerca o lejos de donde está el orador o de donde se está llevando a cabo la actividad.

Si su hijo tiene puntos ciegos, le será difícil obtener información visual completa en su entorno; él o ella se beneficiará de aprender habilidades de eficiencia visual, tales como la exploración de su entorno de forma organizada y, posiblemente, la utilización de un telescopio inverso para reducir al mínimo la apariencia de una imagen, con el fin de ver su totalidad dentro del campo de visión restante. Además, es muy probable que las personas se tropiecen con obstáculos poco perceptibles; por lo tanto, él o ella debe utilizar habilidades de Orientación y Movilidad, tales como el uso de un bastón, para movilizarse con seguridad.

Si su hijo ha perdido la visión cromática, su mundo le parecerá menos colorido. Su hijo necesitará un sistema para coordinar su ropa según el color de la misma. Las etiquetas de identificación de color se pueden fijar a la ropa, o las prendas de colores complementarios se pueden colgar juntas en el armario.

Si su hijo pierde la visión útil totalmente, se le puede enseñar a desempeñar diferentes tareas sin utilizar el sentido de la visión. El maestro de estudiantes con deficiencia visual le puede enseñar a su hijo braille para leer/escribir, le puede enseñar a usar un sistema de lector de pantalla para que pueda usar la computadora, y le puede enseñar también otras técnicas, habilidades y adaptaciones asociadas con la pérdida de la vista.

El maestro de estudiantes con deficiencia visual de su hijo debe realizar una Evaluación Funcional de la Vista para determinar cómo su hijo usa la visión que le queda y una Evaluación de Medios de Aprendizaje para determinar cuáles sentidos utiliza principalmente su hijo para obtener información de su entorno. Estas evaluaciones, junto con una Evaluación de Orientación y Movilidad realizada por un especialista en movilidad, le brindarán al equipo la información necesaria para que puedan hacer recomendaciones específicas, con el fin de que su hijo pueda acceder a su medio ambiente y a materiales de aprendizaje de una forma más eficaz.

Recursos para las familias de niños con retinopatía diabética