Encontrar los profesionales de atención oftalmológica adecuados para tu hijo

Tu familia puede tener poca o ninguna experiencia para encontrar y trabajar con especialistas médicos. Pero si a tu hijo le han diagnosticado una discapacidad visual, se vuelve importante averiguar cómo hacerlo, en forma rápida y con éxito. El médico de tu familia o el pediatra del niño pueden ser los primeros profesionales que consultes y ellos tal vez te puedan derivar a especialistas muy entendidos en la atención oftalmológica. Los amigos también pueden hacerte recomendaciones útiles. Si hay un hospital que dependa de la universidad de tu área, su departamento de cuidados oculares y el personal médico del centro de estudios pueden ser buenas fuentes de derivaciones a expertos en este campo.

Otras fuentes importantes

Los grupos de padres pueden ser invalorables en muchos aspectos. Sus miembros han enfrentado muchas de las mismas cuestiones, confusión y miedos que tienes tú ahora, acerca de lo que hay que hacer primero. Puedes lograr apoyo práctico y emocional a través de ellos así como recomendaciones con respecto a los doctores con los que debes ponerte en contacto. Los tablones de mensajes de FamilyConnect pueden ayudarte también a encontrar grupos y personas con los cuales comunicarte.

Puede ser que tu hijo tenga que ser visto por diversos especialistas oftalmológicos, cada uno con experiencia y conocimientos específicos. Es importante entender el título que tiene cada uno y su papel en la dirección de la atención ocular de tu niño. Siempre que sea posible, consulta con alguien que tenga la formación necesaria acerca de la afección particular de tu hijo. Es frecuente que muchos profesionales de este tipo no trabajen con pacientes con baja visión. Por lo tanto, no están familiarizados ni con las necesidades especiales de estos casos, ni con los exámenes, procedimientos y dispositivos particulares involucrados en la prestación de servicios efectivos de baja visión. La Guía de Servicios te ofrece una fuente de agencias y centros que te pueden ayudar a localizar tales especialistas.

Oftalmólogos

Un oftalmólogo es un doctor en medicina (la sigla MD se usa después del nombre de esta persona) que ha cursado estudios superiores seguidos de cuatro años en una escuela médica y que ha completado una pasantía y una residencia. Los oftalmólogos diagnostican y tratan las enfermedades oculares y pueden realizar operaciones. Con toda probabilidad, fue un oftalmólogo el primero que diagnosticó la discapacidad visual de tu hijo. Estos profesionales también pueden prescribir anteojos o lentes de contacto a los niños. Algunos de ellos y los optómetras se especializan en baja visión, es decir, trabajan especialmente con personas a las que ayudan a aprovechar al máximo el uso de la vista, pero la mayoría de ellos no se ocupa de esto.

Un oftalmólogo puede estar especializado en el trabajo con niños o no. Muchos de ellos se especializan en un aspecto de las enfermedades oculares -de la retina, por ejemplo. En general, vas a encontrar que su abordaje de los casos infantiles varía considerablemente, en especial si los pequeños presentan multidiscapacidad. Examinar y trabajar con criaturas involucra con frecuencia consideraciones diferentes de las que se refieren al trabajo con adultos, por ejemplo, en áreas tales como la de una comunicación clara, ser sensibles a las emociones y conductas de los niños y compenetrarse con la forma en que estos pueden indicar lo que, en realidad, son capaces de ver.

Es importante que tú y tu hijo tengan una relación de confianza y comodidad con el oftalmólogo, de modo que si te sientes preocupada en este sentido, tal vez te convenga considerar la posibilidad de ver a otro doctor -quizás un oftalmólogo pediatra- para tener una segunda opinión.

Optómetras

Un optómetra tiene las iniciales OD después del nombre. Ha completado los estudios superiores y cursado de tres a cuatro años en la escuela de optometría. No hacen cirugías. En lugar de eso, se centran en ayudar a los pacientes a usar al máximo su vista. Lo hacen por medio de la prescripción de anteojos o lentes de contacto y, en los casos apropiados, dispositivos de baja visión, tales como lupas, monoculares, o lupas televisión a las que también nos referimos como circuitos cerrados de televisión (CCTVs). Los optómetras o sus asistentes, pueden enseñar a los niños a usar los dispositivos de baja visión. En algunos estados, se les permite prescribir medicinas y diagnosticar enfermedades oculares; en otros, no.

Algunos optómetras trabajan en optometría de comportamiento, lo que involucra hacer que los niños realicen ejercicios o entrenamiento visual para aumentar sus destrezas visuales. Para la mayoría de los chicos con afecciones tales como albinismo, retinopatía del prematuro, o discapacidad visual cortical, es probable que este tipo de entrenamiento no les resulte eficaz. Antes de inscribir a un niño en un sistema de optometría de comportamiento, es mejor tener opiniones adicionales acerca de si este método le brindará beneficios potenciales para su discapacidad visual particular.

Ópticos

Un óptico ha realizado cursos de óptica y ha completado un aprendizaje de dos años bajo la dirección de un profesional de esta rama con experiencia. Pulen y adaptan las lentes de acuerdo con las prescripciones de un oftalmólogo u optómetra. Te ayudan a ti y a tu hijo a elegir monturas para sus anteojos. Para que los lentes sean efectivos es sumamente importante tener monturas cómodas y adecuadas a la cara de tu hijo.

Profesionales que fabrican ojos artificiales

Estos profesionales se han formado y tienen un título que los habilita a desarrollar ojos artificiales que generalmente se hacen de plástico. Tal vez hayan oído usar las expresiones “ojo de vidrio” o “prótesis ocular”. Los niños que nacen sin un ojo, afección denominada anoftalmia, o a los que se ha quitado un ojo a causa de una enfermedad, deben tener ojos artificiales hechos específicamente para ellos. El ojo se coloca en la órbita del niño para promover el crecimiento adecuado y el desarrollo de los huesos faciales. También cumple propósitos cosméticos. A medida que el niño crezca, habrá que hacerle hacer un nuevo ojo en forma periódica.

Especialistas en baja visión

La expresión especialista en baja visión se refiere a un oftalmólogo u optómetra que ha completado una formación adicional y ha obtenido un diploma en el área de la baja visión. Un examen llevado a cabo por este profesional es similar al que realizan un oftalmólogo o un optómetra. Sin embargo, tiene componentes adicionales que se centran en ayudar al niño a aprovechar al máximo su visión útil por medio de dispositivos de baja visión para:

  • Tareas de cerca (a menos de 40 centímetros)
  • Tareas intermedias (de 40 a 90 centímetros)
  • Tareas de lejos (a más de 90 centímetros)

El especialista de baja visión puede prescribir dispositivos auxiliares tales como lupas, monoculares, o televisores lupa. También considera cómo la iluminación y las ayudas no ópticas tales como un atril, papel con renglones gruesos o anteojos de sol sin receta pueden ayudar a los niños a usar la vista con más eficacia.

Terapeutas titulados en baja visión

Un terapeuta titulado en baja visión (CLVT) ha completado una pasantía y aprobado un examen para demostrar sus conocimientos en esta área. El CLVT realiza una evaluación de la visión funcional (FVA) para determinar la manera en que un niño usa la vista en la educación, recreación y tareas de la vida diaria. El terapeuta de baja visión también puede ser un maestro de estudiantes con discapacidad visual (TVI) o un especialista en orientación y movilidad (OyM). El CLVT trabaja en estrecho contacto con un oftalmólogo o un optómetra, que prescribe los dispositivos de baja visión sobre la base de la evaluación de la visión funcional. También enseña a los niños a usar estos dispositivos auxiliares y otras técnicas para aprovechar al máximo su vista. Un CLTV no es un doctor y no puede diagnosticar una enfermedad ocular, ni prescribir anteojos ni lentes de contacto o medicinas.