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Cualquiera sea la afección visual de tu hijo, será necesario que lo vea periódicamente su especialista de atención ocultar -oftalmólogo u optómetra- ya sea para controlar los cambios que pudieran haberse producido o para asegurarse de que sus ojos siguen sanos. El doctor normalmente te dirá cuándo tienes que regresar para el próximo examen de los ojos.

Según la afección que tenga, su especialista de cuidados oculares podrá prescribirle algún tipo de tratamiento o rutina que haya que llevar a cabo en casa -tal vez gotas oculares o una pomada, vitaminas u otras medicinas que tu hijo tenga que tomar. Asegúrate de entender por qué se le pide que siga esas indicaciones, qué resultados cabe esperar de eso y qué puede suceder si no las cumple.

Los tratamientos que se prescriben frecuentemente, en particular para los niños pequeños de menos de 7 años, incluyen usar un parche en un ojo durante períodos determinados o usar gotas oftalmológicas. Estos programas se utilizan a menudo como medio de bloquear el mejor ojo del niño a fin de reforzar al más débil cuando su afección es del tipo de la ambliopía. Es importante seguir las instrucciones del médico con respecto a los programas de tratamiento que puedan mejorar la vista de tu niño. Pero hacer que un chico pequeño cumpla con cualquier clase de receta médica puede ser muchas veces un desafío, como sabe cualquier padre que haya tratado alguna vez de hacer tragar un antibiótico a su hijo o de hacerlo quedarse quieto durante una inmunización de rutina. Del mismo modo, si tu hijo no está preparado para que le tapen un ojo o le pongan gotas oftálmicas, puede resistirse a una experiencia con la que no está familiarizado. Algunos chicos pueden también oponerse a tener su visión temporalmente reducida.

Para que resulte más fácil para ti y tu niño atenerse a esta clase de programas de tratamiento, créale una rutina de modo que sepa antes qué es lo que va a suceder. Como es posible que muchas veces no vea lo que estás haciendo debido a su visión limitada, evita sorprenderlo asegurándote de que sepa que vas a tocarle el ojo.

Aquí te ofrecemos algunas sugerencias adicionales que te pueden ayudar a hacer más fácil el tratamiento en forma global. Prueba las que te parezcan apropiadas para su edad y su nivel de habilidad.

• Involucra a tu hijo en la preparación del parche o de las gotas oftálmicas y haz que te ayude a traer las cosas que necesitas de un lugar fijo, abrir el envoltorio del parche o el frasco de las gotas (si fuera apropiado) y llevarse el parche o el gotero al ojo con la técnica de mano bajo mano o mano sobre mano.
  
  
• Trata de organizar el horario de ponerse el parche o las gotas para que sea en un momento en el que pueda participar en alguna actividad favorita como escuchar una música que le guste. Si hace algo que le agrade, es menos probable que luche contra la reducción de su vista.
  
  
• Pon un temporizador o reloj que mide un cierto tiempo al empezar a usar el parche o ponerse las gotas en el ojo. Deja que se destape solo el ojo cuando suene este dispositivo.
  
  
• Organiza un programa de recompensas basado en el uso del parche o en no hacer un alboroto cuando le pones las gotas. Por ejemplo, cada vez que siga las reglas que le hayas puesto, puede ganar una ficha, una estrella o un punto. Cuando tenga una cierta cantidad, puede lograr una recompensa -una salida especial contigo, un juguete nuevo, o tiempo para hacer una actividad que realmente le guste.
  
  
• Léele libros sobre otros niños que tienen que usar parches o a los que tienen que ponerles gotas en los ojos.
  
  
• Si tu hijo usa un parche, permítele decorarlo con dibujos. (Evita pegarle cosas del tipo de lentejuelas o brillantina, que puedan metérsele en el ojo. Puede ser que le guste mirarse en el espejo cuando usa su parche colorido.

Ser constante y firme y conocer a tu hijo son factores clave para ayudarle a seguir una rutina que quizás prefiera evitar. Su profesional de intervención temprana o el maestro de estudiantes con discapacidad visual pueden también ayudarte a evaluar la situación de tu niño y ofrecerte sugerencias acerca de cómo puedes seguir las indicaciones prescritas por tu médico con más facilidad.