Casi todos pueden reconocer el flirteo y adivinar que dos personas están saliendo en pareja, simplemente al observar su comportamiento. Los chicos que ven tienen montones de oportunidades de ver cómo flirtean los muchachos mayores, los adolescentes y los adultos; ven a la gente que va de la mano y se sonríen uno al otro, se besan y abrazan—en el centro comercial, cuando hacen cola para ver una película, o atraviesan el parque andando. Esta es la forma clave en que aprenden cómo se comporta la gente cuando tiene sentimientos románticos mutuos. Los jóvenes con discapacidad visual pueden no ser capaces de ver tales conductas claramente, de modo que es más duro para ellos entender el flirteo y las citas.

Descríbele lo que tal vez no pueda ver

Cuando tu hijo está empezando su adolescencia, comienza a compartir con él lo que ves. Si los dos están haciendo cola en una caja y la pareja que está delante de ustedes está tomada de la mano y se miran, descríbele esa conducta una vez que los dos tengan privacidad. Miren televisión juntos y cuéntale y analiza lo que pasa entre las parejas en la pantalla. ¡Es información que tu niño preadolescente o adolescente necesita conocer! Probablemente, eres la persona más indicada para proporcionarle ese conocimiento, pero si hacerlo te incomoda, procura que haya alguien, un hermano o hermana mayor, o un amigo más maduro que lo haga por ti.

Flirtear

Hay varias maneras en que puedes ayudar a tu hija a aprender cosas sobre el flirteo y a reconocer cuando alguien lo está intentando con ella. Por ejemplo:

  • Cuando ven películas o televisión juntas, descríbele el flirteo que está teniendo lugar—cómo se mira entre sí una pareja de adolescentes, su lenguaje corporal, y lo cerca o lejos que están. Estimúlala para que preste atención a los tonos de voz de los personajes y a sus comentarios.
  • Cuando están fuera de casa o en una situación social, hazle saber si adviertes que alguien parece interesarse por ella. Describe su conducta y habla con ella sin llamar la atención sobre las formas en las cuales podría responder.
  • Sugiérele que se incorpore a un grupo de teatro. Los actores aprenden a usar el lenguaje corporal, los gestos y el tono de voz para transmitir sentimientos. Perfeccionar esas destrezas al actuar en una representación le va a dar práctica acerca de cómo usar estos recursos y responder en situaciones de la vida real.
  • Considera la posibilidad de tener “lecciones” de flirteo con tu hija. Para minimizar la vergüenza, prueba a hacerlo con humor—como un juego en lugar de una experiencia de aprendizaje. El juego de las “Charadas” puede serles útil en este proceso—incluye palabras como “flirtear” en las opciones que les presentes a los jugadores para que las representen.
  • Anima a tu niña a hablar con amigas en las que confíe acerca de cómo manejar cualquier preocupación que pueda tener. Por ejemplo, las dos podrían decidir tener una señal sutil que su amiga podría usar para hacerle saber que alguien está tratando de flirtear con ella.

Tener citas

Para los chicos que están empezando la adolescencia, las citas son con frecuencia actividades de grupo en las que varios jovencitos van juntos al cine o al centro comercial. Algunos tal vez se aparten en pareja, pero casi siempre hay amigos cerca. Hacia el final de la escuela secundaria, algunos empiezan a formar parejas con sentimientos románticos entre ellos.

En general, si tu hija está a gusto consigo misma y con su discapacidad visual, sus amigas y sus compañeros de cita también lo van a estar. Los adolescentes que se pueden reír de su deficiencia visual y hacer que los otros se sientan cómodos, tienen más probabilidad de tener éxito en sus relaciones de pareja. Cooperar con tu hija adolescente para reforzar su autoestima y para que maneje sus sentimientos en relación a su problema de la vista, puede ayudarla igualmente a desarrollar la autoaceptación y una actitud más relajada.

Tranquilizarte

La mayoría de los padres tienen sentimientos contradictorios acerca de la vida social de sus hijos. Por una parte, quieren que sean independientes, populares y felices. Por otra, se preocupan si les dejan salir a un mundo que a veces es inseguro. Si estás preocupada y piensas que tu hija adolescente es especialmente vulnerable a causa de su discapacidad visual, trata de encontrar maneras de dejarla salir mientras haces todo lo posible para garantizar su seguridad. Por ejemplo:

  • Reúnete con el chico que sale con tu hija y piensa en la posibilidad de que los dos pasen un tiempo en tu casa juntos, antes de salir solos. De ese modo, puedes llegar a conocerlo y evaluarlo y observar el tipo de persona que parece ser.
  • Asegúrate de que tu hija adolescente entienda los temas de seguridad personal. Aliéntala a que tenga un plan por si acaso no se siente cómoda con el amigo con el que sale. Puede llevarse un teléfono celular con ella, de modo que pueda llamarte a ti o a algún otro para que la lleven de regreso a casa.
  • Piensa en un curso de defensa personal para tu hija y anímala a que se inscriba si quiere hacerlo. La Escuela Hadley para Ciegos ofrece clases por correspondencia sobre este tema para personas con discapacidad visual, y otras organizaciones y escuelas quizás también brinden información. El entrenamiento en esta área puede ayudar a que tú y tu hija adolescente se sientan más tranquilas acerca de su seguridad y puede aumentar también sus sentimientos de autoconfianza.

Ayudar a tu hijo adolescente a superar desafíos

Salir con alguien implica una cantidad de temas sociales además del de la seguridad. Por ejemplo, las adolescentes necesitan información acerca de cómo vestirse para las citas. Haz que tu hija sepa qué clase de ropa y de peinado usan otras chicas de su edad. Anímala a que le pida consejo a una amiga en quien confíe acerca de cómo vestirse para una cita.

Especialmente para los chicos, no poder conducir un auto puede agregar un desafío extra al hecho de salir con una chica. Puedes sugerirle que te permita a ti o a otro adulto, o a un hermano o hermana mayor que lo lleven con su amiga a donde piensan pasar la velada; o anímalo a organizar una cita doble con otra pareja. Otras alternativas son la propuesta de que los dos pueden caminar, usar el transporte público, si lo hubiere, o llamar a un taxi, si lo pueden pagar.